¿Por qué debemos encerar los esquís?

¿Por qué debemos encerar los esquís?

El skiman, el mejor amigo de nuestros esquís.

Mar, 12/03/2024 - 10:29
Del mantenimiento de los esquís y las ceras se ha escrito mucho. Aquí ofreceremos algunas nociones sobre el encerado y el mantenimiento en general, aunque como en todo, hay opiniones para todos los gustos.
Los esquís constan de tres elementos que requieren nuestra atención, comenzando por las fijaciones. Estas son mecánicas y tienen la función de transferir la fuerza de las botas a los esquís, además de proporcionar seguridad al liberar la bota bajo ciertas fuerzas para evitar lesiones. Su mantenimiento implica una simple revisión y engrase.
 
 
Otro elemento importante son los cantos inferiores de los esquís, una tira de metal que se inserta en el cuerpo del esquí y se desgasta con la fricción en la nieve. Es crucial asegurarse de que los esquís estén completamente secos antes de guardarlos para evitar el óxido, que puede ser causado incluso por la humedad entre los cantos. 
 
El mantenimiento de los cantos consiste en lijarlos para que vuelvan a tener los grados de cuando salieron de fábrica. Podemos pensar que los cantos están a 90º, pero en realidad no es así. En la mayoría de los esquís, el canto lateral está a unos 88º y el canto plano está a 0,5º. Estos grados pueden ser más pronunciados según el tipo de esquí.
 
 
La suela es la parte del esquí que entra en contacto con la nieve y facilita el deslizamiento. El esquí se desliza porque entre la nieve y la suela se forma una fina película de agua, gracias a que el material de la suela es hidrófugo y repele el agua. Además, veréis que las suelas tienen una estructura, algo similar al dibujo de los neumáticos; esta estructura de la suela ayuda a evacuar el agua del esquí.
 
Ahora nos surge la pregunta: ¿Por qué enceramos los esquís?
 
A esta pregunta podríamos dar dos respuestas:
 
1. Porque los esquís deslizan mejor cuando están recién encerados.
2. Para evitar que la suela del esquí se oxide.
 
Para muchos, la primera respuesta parecería obvia, pero no lo es del todo. Permítanme explicar. El índice de deslizamiento del material de la suela del esquí es mucho mayor que el de la cera. Un esquí encerado sin retirar la capa de cera no deslizará bien. Únicamente en competición se puede lograr un mayor deslizamiento con ceras muy especiales. Por lo tanto, para la mayoría de las personas, no enceramos los esquís para que deslicen mejor, sino para mantener las propiedades de la suela del esquí.
 
 
La segunda respuesta sería más precisa: enceramos para mantener las cualidades de las suelas de los esquís. Con el uso, la suela se oxida y pierde sus propiedades de deslizamiento, lo que se manifiesta cuando adquiere un color blanquecino. Los poros del material de la suela se llenan de aire, lo que provoca la oxidación. Por lo tanto, enceramos en caliente para que el calor dilate los poros de la suela del esquí y la cera penetre en su interior, eliminando el espacio para el aire y evitando así la oxidación.
 
En resumen, ambas afirmaciones podrían ser correctas, pero con las precisiones que hemos mencionado.
 
¿Existen varios tipos de cera?
 
Sí, los fabricantes ofrecen ceras universales, ceras para primavera, ceras frías y ceras superfrías. Estas ceras sólidas se aplican con planchas, y la temperatura requerida varía según el tipo de cera, desde los 95 grados de las ceras universales hasta los 120 grados de las ceras frías.
 
 
Veamos estos tipos:
  • Cera Universal: es adecuada para todo tipo de nieve y funciona bien en temperaturas entre +5 y -5 grados.
  • Cera Primavera: diseñada para nieves húmedas y temperaturas entre 0 y -6 grados.
  • Cera Fría: recomendada para nieves secas y temperaturas entre -4 y -12 grados.
  • Cera Extra Fría: ideal para nieves secas y temperaturas extremadamente bajas, entre -10 y -30 grados.
¿Con qué frecuencia se debe encerar?
 
Algunos puristas argumentarían que los esquís deben encerarse cada vez que se vaya a esquiar, una práctica común en el mundo de la competición. Para la mayoría de las personas, lo ideal sería encerar al menos una vez al año. Sin embargo, lo más recomendable no sería al comienzo de la temporada, sino al final, para dejar una capa de cera sin retirar en la suela durante todo el verano. Aunque muchos acuden al taller al inicio de la temporada.
 
 
Es difícil establecer un número exacto de encerados, ya que depende del estado de la nieve, la cantidad de días de esquí, entre otros factores.
 
No está de más encerar los esquís en más de una ocasión durante la temporada. Una forma de saber cuándo es necesario encerar es observar las suelas; cuando comienzan a mostrar un color blanquecino, es un indicador de que necesitan cera. Generalmente, este color blanquecino aparecerá más rápidamente cerca de los cantos, ya que la suela que está en contacto con ellos sufre más y es donde comienza la oxidación.
 
 
¿Ceras líquidas?
 
Las ceras líquidas son una alternativa práctica que se aplica sin necesidad de plancha, ya sea mediante una almohadilla o en formato spray.
 
Aunque son soluciones temporales, son ideales para proteger los esquís entre encerados. Recomiendo aplicarlas sin frotar, especialmente antes de guardar los esquís, y luego pasar un paño para un acabado uniforme. Estas ceras pueden ser con o sin fluor, y existen opciones universales así como específicas para distintos tipos de nieve.
 
 
 
Como siempre, se recomienda acudir a un taller especializado con un skiman, quien podrá evaluar si vuestros esquís necesitan ser encerados, revisar los cantos o incluso hacer nuevas suelas.
 
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