Queridos amigos de Lugares de Nieve, ¿qué tal estáis? Yo con ganas de meternos en la rutina de esquí de enero, esa que nos suele dar el invierno, con nuestros fines de semana de nieve y esquí en buenas condiciones. Esperemos que pronto cambie todo, que parece que por fin sí, y tengamos nieve en todas nuestras estaciones.

En Lugares de Urzaiz hablaremos muchas veces de material de esquí. Los esquiadores somos casi todos bastante caprichosos y muchos estamos siempre pendientes de las novedades.

Sin embargo, el material del que venimos a hablar hoy no es nuevo. Hoy hablamos de un material que ha ido evolucionando, y mucho, a lo largo de la Historia. Es un material impermeable, transpirable, de rápido secado, perfecto para pista, para fuera de pista, para nieve dura, para nieve polvo… Es un material prácticamente perfecto.

Hoy hablamos del cuerpo humano, lo mejor que podemos tener a nuestra disposición y que sirve para todo tipo de deportes. Es gratis, de larga (esperemos) duración, capaz de las mayores proezas y de retos que todavía no hemos siquiera pensado.

Nuestro cuerpo nos dará las mayores satisfacciones y solo nos pedirá a cambio unos mínimos cuidados. A menudo olvidamos que las mejores prestaciones en el esquí las sacamos de nosotros mismos, de nuestra destreza sin duda, pero también de nuestro estado de forma, de lo preparados que estemos para sacar lo mejor de nuestro material técnico. ¿De qué nos sirve tener el esquí más moderno, las mejores botas o la ropa más novedosa, si no somos capaces de hacer una bajada entera porque nuestro físico no nos lo permite?

Todos hemos podido experimentar la diferencia que hay entre tener una buena forma física (cada uno con sus características personales) y estar en baja o en mala forma. No se trata de entrenar como un campeón del mundo, pero sí de portarse bien con nuestro cuerpo. Es el único que vamos a tener y nadie lo va a cuidar por nosotros. O lo haces tú o no lo va a poder hacer nadie por ti.

Y además, os voy a decir una cosa, si de verdad lo que os gusta es disfrutar del esquí, no hay nada que te haga disfrutar más que tener tu cuerpo en buenas condiciones, mucho más que los cantos a 88º o que una suela recién estructurada en una máquina de última generación.

En las fechas en las que estamos, a principios de año, muchos hacemos buenos propósitos. Estaría bien proponerse cuidarse un poco, como digo, no hace falta entrenar como un campeón, pero todos sabemos que cuidar un poco la alimentación y hacer algo de ejercicio físico nos va a ir fenomenal.

El pasado año ya publicamos (aquí el reportaje) una serie de ejercicios físicos que nos podían ir muy bien para esquiar, os propongo que les echéis de nuevo un vistazo y, si os gustan, los practiquéis un poco. Se pueden hacer en casa y sin material específico.

Vamos a disfrutar todo lo que falta de temporada lo máximo posible, la nieve ya está viniendo, ahora solo falta que tú estés preparado. ¿Lo estás?