El trágico incendio ocurrido en la madrugada del 21 de enero en el hotel Grand Kartal, situado en la estación de esquí de Kartalkaya, Turquía, sigue aumentando su lista de víctimas, con al menos 76 muertos y 51 heridos confirmados hasta el momento.

El fuego, que se originó alrededor de las 3:30 a.m. en el restaurante del hotel, se propagó rápidamente por el edificio de 12 pisos, complicando las labores de evacuación y rescate. Las autoridades temen que el número de fallecidos pueda seguir creciendo.

El 90 % de las 161 habitaciones estaba ocupado, debido a que estos días son las vacaciones escolares de invierno en Turquía, señala el diario turco Hürriyet.

Testigos presenciales han denunciado la ausencia de medidas de seguridad contra incendios en el establecimiento. Según informes, el sistema de detección de incendios no se activó, las alarmas no sonaron y los huéspedes tuvieron que evacuar a través de pasillos llenos de humo en completa oscuridad. Algunos sobrevivientes señalaron la falta de escaleras de emergencia y detectores de humo. Además, la construcción de madera del hotel facilitó la rápida propagación de las llamas.

La construcción en madera y la situación del hotel al pie de una pista de esquí, que solo permite el acceso de vehículos desde la fachada frontal, dificultaron la intervención de los bomberos, explicaron medios locales.

Las autoridades turcas han detenido a nueve personas en relación con el incidente, incluyendo al propietario del hotel. El presidente Recep Tayyip Erdoğan ha declarado un día de luto nacional y ha enfatizado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para determinar las causas del incendio y las posibles negligencias en las medidas de seguridad.

Este trágico suceso pone de manifiesto la importancia de contar con sistemas de seguridad y protocolos de emergencia adecuados en establecimientos turísticos, especialmente en zonas propensas a incendios.