A una semana de que se abra la estación más pequeña del mundo en Suiza

A una semana de que se abra la estación más pequeña del mundo en Suiza

La apertura está programada para el 1 de febrero, con nieve artificial si es necesario, y promete ser una experiencia tan breve como inolvidable.

Jue, 23/01/2025 - 09:47
Con una pista negra de apenas 20 metros y un telesquí reciclado, a partir del 1 de febrero Grauer Himmel, en el pueblo de St. Gallen, desafía las concepciones tradicionales del esquí.

La ciudad suiza de Saint-Gall a 670 metros de altitud, está a pocos días de inaugurar la estación de esquí más pequeña del mundo, un proyecto artístico único impulsado por el colectivo IG Skilift AG.

Con una pista de solo 20 metros, ubicada en el jardín de una casa desocupada en Schneebergstrasse 50, este peculiar complejo combina arte, sostenibilidad y deportes de invierno en un entorno urbano.

Este peculiar proyecto, bautizado como "Grauer Himmel" (Cielo Gris), liderado por la artista conceptual Anita Zimmermann, no tiene como objetivo competir con las grandes estaciones alpinas, sino invitar a la reflexión sobre el impacto del cambio climático y la pérdida de las tradiciones de esquí.

La pista negra, que estará operativa solo durante febrero y marzo, contará con un remonte restaurado, un bar de après-ski, una tienda de souvenirs y una webcam para seguir las actividades en tiempo real.

Los trabajos, que han incluido la instalación de un telesquí histórico rescatado de Gais, así como la preparación de la pista, han sido posibles gracias al apoyo de voluntarios y al crowdfunding, ya que la financiación pública inicial fue rechazada por el Ayuntamiento de Saint-Gall.

Desde su anuncio, la iniciativa ha generado polémica en el barrio residencial donde se ubica. Los vecinos expresaron su preocupación por el ruido y la posible afluencia de curiosos.

Sin embargo, tras largas negociaciones, los promotores lograron asegurar el apoyo necesario. “No será un segundo Ischgl, sino un canto al esquí en tiempos de cambio climático”, aseguró Christian Meier, portavoz del proyecto.

Desde la cima de la pendiente, los visitantes podrán disfrutar de vistas panorámicas de los tejados de Saint-Gall y el lago de Constanza.

El horario será reducido, con esquí nocturno los sábados, para minimizar el impacto en el vecindario.

El proyecto no solo busca ofrecer una experiencia de esquí única, sino también convertirse en un espacio de diálogo sobre el futuro de los deportes de invierno. Además, se realizarán exposiciones y actividades culturales en el lugar.
 
La estación de esquí más pequeña del mundo abrirá sus puertas el 1 de febrero, con o sin nieve natural. “Queremos que esta obra efímera quede en la memoria como un recordatorio de lo que estamos perdiendo con el cambio climático”, concluyó Zimmermann.
 
Saint-Gall, conocida por su rica historia y su catedral declarada Patrimonio de la Humanidad, añadirá así un nuevo hito a su legado, demostrando que hasta las iniciativas más pequeñas pueden tener un gran impacto.
 
 
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