Sin embargo, todavía hay unas pocas estaciones que prohíben explícitamente el snowboard, principalmente en Estados Unidos. Estas restricciones suelen estar vinculadas a razones culturales, comerciales o de filosofía de gestión de la estación.

 

 

 

 

Mad River Glen, fundada en 1948, es conocida por su enfoque tradicional y su icónico telesilla Single Chair.

 

Durante los años 80, fue una de las primeras estaciones en permitir el snowboard, pero problemas de seguridad relacionados con el diseño del telesilla llevaron a prohibirlo en 1991.

 

Los snowboarders, al necesitar impulsarse para salir del telesilla, provocaban que la silla se descarrilara de sus ruedas guía.

 

 

Según la administración de Mad River Glen, esta decisión no refleja animosidad hacia los snowboarders, sino una apuesta por preservar la experiencia única de esquiar en sus pistas de nivel avanzado y mantener la seguridad en sus instalaciones.

 

 

 

Deer Valley, en Utah, ha hecho de la exclusividad para esquiadores una parte integral de su identidad de marca.

 

Desde su apertura en 1981, este resort de lujo se ha centrado en ofrecer una experiencia premium.

 

Emily Summers, directora de comunicaciones de Deer Valley, explica que esta política “es lo que nos distingue” y añadió que el enfoque exclusivo en el esquí es un atractivo clave para su clientela.

 

A pesar de la evolución del snowboard como deporte y su creciente popularidad, Deer Valley ha mantenido su postura, incluso tras recientes expansiones como la inauguración de East Village esta misma temporada.

 

Según Summers, aunque esta política pueda ser un obstáculo para familias con deportistas mixtos, otros visitantes valoran la experiencia enfocada exclusivamente en el esquí.

 

 

 

Alta Ski Area, también en Utah, destaca por sus pistas para esqsuiadores avanzados y expertos y su comunidad de esquiadores.

 

Según Lexi Dowdall, gerente de comunicaciones del complejo, la prohibición del snowboard responde en gran parte a las características de la montaña.

 

 

Aunque esta política ha sido cuestionada —incluso con una demanda para intentar cambiarla—, Alta se mantiene firme en su decisión y promueve su eslogan: “Una montaña para esquiadores”.

 

Para los responsables del resort, esta exclusividad complementa el terreno variado y la excelente calidad de la nieve que caracteriza a Alta.

 

 

“Hay un beneficio en tener una variedad de experiencias diferentes en los resorts de Utah, incluidos aquellos que solo ofrecen esquí”, afirmó.

 

Utah alberga 15 estaciones de esquí, de las cuales Alta y Deer Valley destacan como ejemplos de exclusividad.

 

Para algunos, estas restricciones pueden parecer anacrónicas, pero para otros representan una experiencia única que no está dispuesta a ceder terreno a la modernidad.