Baqueira Beret sumó enteros este fin de semana entre los aficionados al freeride y el fuera pista. La estación de la Val d’Aran fue el escenario de la primera prueba del Freeride World Tour que se hacía en España, la superó con nota y le sacó provecho.

 

 

 

El Tuc de Baciver, en su cara oeste, no sólo fue un digno escenario para aguantar cualquier comparación con otras sedes del circuito FWT como Ordino Arcalís (Andorra), Kicking Horse (Canadá), Fieberbrunn (Austria) o Verbier (Suiza), sino que además subió el listón del espectáculo, principalmente en la categoría de esquí masculino, con trucos de freestyle de enorme dificultad.

 

Los centenares de aficionados que presenciaron el FWT desde los laterales de la pista Dera Reina y los que lo vieron a través de la gran pantalla con emisión en streaming instalada en el Pla de Beret corearon todas y cada una de las líneas de los 47 freeriders participantes, divididos en cuatro categorías snowboard y esquí para hombres y mujeres.

 

Pronto quedó claro que los freeriders españoles eran los preferidos para el público -la snowboarders Núria Castán (segunda), el snowboarder Pau Riba y los esquiadores Abel Moga (segundo) y Aymar Navarro, pero fue un “invitado” el que levantó las mayores exclamaciones (con permiso del trompazo de Aymar).

 

 

 

El esquiador sueco, formado en la Freeride Academy de Les Arcs, consiguió una maniobra nunca vista en la larga historia del Freeride World Tour -por donde han pasado nombres tan rimbombantes como Candide Thovex-.

 

 

 

Max Palm acababa de entrar entre los nombres propios del FWT y se llevaba la victoria mucho antes de llegar a la zona de meta tras haber impresionado incluso a los jueces, que le dieron una puntuación de 96,67 sobre 100.

 

A la clásica pregunta de cómo se sentía tras su victoria, el sueco respondió: “Bueno, realmente no tengo palabras para describir esto. ¡Estoy muy feliz!”.

 

La parada del Freeride World Tour en Baqueira Beret fue sin duda un evento para los rookies y las wildcards. Entre los primeros, la sorpresa del joven esquiador aranés Abel Moga, que con un enorme 360°,  obtuvo el segundo puesto con 93.33 puntos.

 

 

Otro momento intenso se vivió en la bajada de Aymar Navarro, fiel a su tradición: poco a poco hasta encontrar una línea recta, luego apretamos el culo y a cara cruz. O le sale un bajadon o, como el domingo, mala suerte, caída espectacular -por suerte sin consecuencias-, pero que los jueces sancionaron con su descalificación por considerar que aranés se había descontrolado.