Entre nieve virgen y ovaciones: así vivimos el Freeride World Tour en Val Thorens

Carl Regner en Le Lac Noir en el Freeride World Tour - Val Thorens, 2025. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
La llegada a Val Thorens no deja a nadie indiferente. Después de un largo puerto de montaña, aparece el pueblo entre todo un gran escenario de montañas alpinas, estamos a 2.300 metros de altitud.
Es uno de los dominios esquiables más altos de Europa, también uno de los más populares, su localización es una auténtica maravilla. Un sitio perfecto para recibir la competición de Freeride a nivel mundial.
Val Thorens desde la Cime Caron. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Podemos ver cómo el valle se abre en la altitud y lo notamos al pasear por el pueblo, percibimos la altitud en todo lo que hacemos. Tal vez también es un poco el asombro, que nos deja sin aliento.
Empieza la ventana meteorológica para los juegos del Freeride, el Freeride World Tour llena Val Thorens. Han montado un escenario en medio del pueblo, con carpas de comida y bebida, incluso un “bunggie jumping” para la inauguración. Hay mucha gente y sirven vin chaud, vino caliente, la verdad, es que el frío hace que el cuerpo grite pidiendo eso, algo caliente.
La ceremonia de presentación de los participantes del Freeride World Tour concluye con unos fuegos artificiales que iluminan la estación y los ojos de todos los espectadores. Niños y adultos estamos boquiabiertos. ¡Vaya inauguración!
Abel Moga y Tenra Katsuno en la ceremonia de apertura del Freeride World Tour 2025. (Foto: de Júlia Miralles Larrègola)
Michael Mawn mirando a cámara desde el escenario en ceremonia de apertura. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Algunas aspirantes de esquí femenino; de izq. a der. Elisabeth Gerritzen, Jenna Keller, Arianna Tricomi, Justine Dufour-Lapointe, Taylor Dobyns. (Foto: de Júlia Miralles Larrègola)
Hemos tenido la suerte de poder conocer la estación siguiendo la traza de uno de los guías/instructores de la escuela francesa de esquí. Escuchando sus “batallitas”, sus descensos y sin perdernos ninguna de las indicaciones que hace con su bastón, cuando nos señala todas las pendientes y vertientes que le gusta esquiar, evidentemente, fuera pista, en la montaña. ¡Realmente fascinante!
¿Y qué es sino el “Freeride”? En una estación, no hay modalidad más orgánica que esta.
Primera opción y sector A, Cime Caron, para la competición de Freeride. (Foto: de Júlia Miralles Larrègola)
Competidores del Freeride World Tour analizando el primer sector. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
La distribución de los telesillas, telecabinas, teleféricos…, es brillante. Cafeterías a todas las alturas, servicios en todos los rincones…, hacen de esta estación un destino único para los amantes de la nieve.
Un lugar de nieve también muy familiar, muy preparado para acoger cualquier nivel de esquí. Una estación perfecta para la iniciación, increíble para el perfeccionamiento y la evolución. Qué fácil ha sido poder salir de las balizas que limitan las pistas. La nieve, excelente.
Deslizar por palas como de “azúcar glas” en condiciones de “floreti”, el azúcar más dulce y pomposo, el que cubre las ensaimadas, de ese que si respiras antes de hacer un mordisco te empapa toda la cara. ¡Esta ha sido la sensación!
Sector increíble de la estación de Val Thorens. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Y con esta sensación nos levantamos el día de la competición. Sigue nevando y aún no es de día. A medida que vaya saliendo el sol se abrirán las nubes y el sol saldrá en un fondo azul potente. Vamos con mascara de categoría 4, sol brillante y ¡Empieza un gran día de powder! Anuncian 60 cm de nieve recién caídos que han dejado el sector elegido como un pastel de nata.
Habrá que dinamitar o hacer caer las acumulaciones en el sector. La organización está más que preparada. Al llegar arriba del telecabina de La Masse, en la estación contigua de Les Meniueres, se nos hace claro, ahora ya sí, el sector de Le Lac Noir.
Sector Le Lac Noir, Les Meniures. (Foto: de Júlia Miralles Larrègola)
Desde arriba del telecabina descendemos dejando el sector de la competición a la izquierda. Es imposible dejar de mirarlo sabiendo que los riders van a descender por ahí: ¡Impacta e hipnotiza!
Es un sector enorme y se puede identificar dónde han desencadenado las diferentes purgas después de las explosiones de esta mañana. Siempre impacta cuando escuchas vibrar la montaña.
El sector se compone de diferentes secciones: la primera es bastante vertical. La sigue un sector bastante llano que vuelve a empalmar con una zona pendiente que desencadena en una zona más bien redondeada y con piedras pomposas de nieve.
Gente preparándose para ver la competición. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Helicóptero asegurando el sector antes de empezar la competición. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Durante toda la pista azul que acompaña estas vistas, vamos viendo cómo los espectadores van llegando y se van colocando tal como la organización ha bien previsto. La vertiente de Le Lac Noir se convierte en un escenario perfecto, un anfiteatro natural.
La gente está contenta, preparada, abrigada y algunos incluso han preparado pancartas. No faltan las bebidas calientes. Todo el mundo está alegre. Es una de las características que define siempre al público del FRWT, un públicó que en Val Thorens no dejaba de mirar a su alrededor como preguntándose: ¿Qué es lo que pasa? Y no me extraña, cada segundo se llena de más y más público. Si no estás al corriente de la competición, todo “el tinglado”, debe parecer una locura.
Martin Bender empezando su línea. Ganador del oro en el FWT esquí hombres Val Thorens 2025. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Martin Bender. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Martin Bender. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Martin Bender. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Martin Bender. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Martin Bender. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
La competición empieza y el sector acoge a los participantes con una cierta hostilidad porque al iniciar la competición hay algunas purgas que desencadenan cascadas de nieve entre las rocas. Algunos no están acostumbrados a competir con estas cantidades de nieve. Pero los saltos, los giros… ¡es la Freeride World Tour en pleno esplendor! Verlo en directo es una autentica pasada. Puedes sentir los “wow”, cuando alguien salta, y los “uuiiihhh” cuando alguien se cae.
Joan Aracil mostrando flexibilidad en su bajada, en un salto muy amplio. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Buena amplitud del salto de Joan Aracil, corredor de Andorra y primer año en el circuito. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Le Lac Noir …, ¡qué barbaridad este sector! Nos asombra, nos deja perplejos. En la competición aprovechan hasta el último rincón. Complejo al tiempo que muy abierto a la creatividad de los competidores. No hay cosa que nos guste más que poder percibir la “rienda suelta” que da este sector tan amplio.
Justine Dufour-Lapointe, canadiense. Medalla de plata. (Foto: Júlia Miralles Larrègola)
Un gran retorno para el Freeride World Tour en Francia, han sabido esperar a la correcta ventana meteorológica dando a los competidores unas condiciones que hacía tiempo que no tenían en el circuito; 60 cm de nieve nueva y polvo en competición. Charlamos con Abel Moga y nos lo corrobora. En resumen, nos dice que unas condiciones así, en competición, él aún no lo había vivido.
Carl Regner. Al inico de su descenso. (Foto: úlia Miralles Larrègola)
El Freeride World Tour acaba y dan paso a los podios llenos de sonrisas y fuerza envueltas por una gran emoción.
Nos sumamos a ella.
Vistas desde delante del sector. A la derecha Mont-Blanc y a la izquierda, la pirámide es Mont-Blanc du Tacul. (Fotografía: Júlia Miralles Larrègola)
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