Final de infarto de la Copa del Mundo de Esquí Alpino en Sun Valley, Idaho, donde la actual campeona olímpica Lara Gut-Behrami se adjudicó el título de la temporada de Super G con una actuación que quedará en la memoria de los aficionados.

 

 

La suiza dominó el recorrido, ampliando su ventaja en la sección media y finalizando 1,66 segundos por delante de sus perseguidores, logrando así su sexto título en la disciplina y la tercera victoria consecutiva.

 

El evento, celebrado el domingo, fue una verdadera montaña rusa de emociones. Mientras Gut-Behrami alcannzó el punto álgido de la felicidad que había buscado durante toda la temporada, la italiana Federica Brignone —quien hasta ese momento lideraba la clasificación— no pudo mantener el ritmo y terminó en tercer puesto, a 1,33 segundos de la ganadora.

 

Brignone, que había comenzado la carrera liderando la sección superior, admitió tras su bajada que "a partir de la mitad me bloqueé por completo y no pude hacer lo que quería", en un duelo que evidenció la intensidad de la espècialidad.

 

 

El ambiente se volvió aún más especial con la actuación de Lindsey Vonn, la leyenda del esquí de 40 años, quien se consagró como la mujer de mayor edad en subir a un podio en la Copa del Mundo.

 

Vonn, con el dorsal 17, fue ovacionada por el público local mientras esquiaba con gran soltura, terminando a 1,29 segundos del líder y marcando su primer podio en poco más de siete años.

 

Con lágrimas en los ojos, la veterana comentó: "Ha sido un viaje muy divertido, ha sido un viaje realmente duro", resaltando la importancia de este logro tras su esperado regreso.

 

Además de la intensa disputa entre Gut-Behrami y Brignone, la jornada estuvo marcada por el ambiente de celebración y superación personal.

 

La emoción en Sun Valley fue palpable, y la recuperación de Vonn fue uno de los momentos más emotivos del día.

 

 

 

 

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