Tras otro
invierno caluroso, Andorra ha vivido durante el mes de marzo un escenario climático poco habitual, que ha combinado temperaturas por debajo de la media, intensas precipitaciones y episodios invernales.
Según el resumen mensual elaborado por Acció Climàtica Andorra a partir de los datos recogidos en la central hidroeléctrica de FEDA, este marzo se perfila como el más frío desde 2018 y, además, uno de los más lluviosos registrados en el Principado.
La media de la temperatura en marzo se situó en 6,2ºC, con una anomalía negativa de -0,7ºC, resultado principalmente de unas temperaturas máximas que se han mantenido por debajo de la media climática habitual.
Este contraste térmico se refleja en los extremos registrados durante el mes. La temperatura más alta se alcanzó el 31 de marzo en Borda Vidal (ubicada a 873 metros) con 24,1ºC, mientras que la más baja se dio el 15 de marzo en Fonts d'Arinsal, a 2.681 metros, donde se marcó -14,9ºC.
Además, se contabilizaron tres días de helada, y la máxima se alcanzó en la última jornada del mes en todas las cotas, evidenciando un final de mes con un repunte en las temperaturas.
Marzo ha sido un mes de abundantes lluvias. En el norte, la estación de Sorteny registró acumulaciones de hasta 208,6 mm, mientras que en el valle central, la estación Central de FEDA registró los 102,8 mm. Dos episodios de precipitación han sido especialmente destacables:
- El 8 de marzo, la perturbación Jana, procedente del oeste de la Península, aportó un flujo húmedo y cálido, acumulando 53,4 mm en 24 horas en la estación de Perafita.
- El 21 de marzo, la perturbación Martinho, acompañada de pols en suspensión, superó los 30 mm en numerosas estaciones. Este episodio, además, impulsó la acumulación de nieve nueva, elevando el riesgo de aludes a 4 por primera vez en la temporada.
La cota de nieve descendió hasta los 1.500 metros, y por encima de los 2.000 metros se llegó a acumular una media de 20 cm, lo que dejó una estampa invernal que perduró a lo largo del mes.
Gráfico de precipitaciones. Fuente Acció Climàtica
El clima de marzo no solo se caracterizó por la inestabilidad térmica y las precipitaciones, sino también por episodios de viento que marcaron el mes.
En los fondos de valle, se alcanzaron velocidades de hasta 88 km/h en el Roc de Sant Pere, mientras que en altura las ráfagas superaron los 175 km/h en las Fonts de Arinsal, con la presencia de un componente norte que azotó las cimas andorranas.
Aunque marzo se consolidó como el mes con mayor acumulación de nieve de la temporada, el grosor de la misma ha resultado inferior a lo habitual, situándose por debajo del percentil 30.
Este fenómeno contrasta con la imagen invernal aportada por las nevadas y la persistencia del manto invernal en altitudes elevadas, y se suma a las variaciones térmicas y a los episodios de precipitación intensa.
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