Tras la intensa nevada de los últimos días, los trabajadores de Sierra Nevada se enfrentan al hielo que bloquea estructuras clave como los telesillas. Equipados con arneses y herramientas, limpian a mano los remontes para garantizar su funcionamiento en plena temporada.

Los operarios de la estación retiran a mano bloques de hielo de los telesillas para restablecer la actividad tras una acumulación de hasta cinco metros de nieve en algunas zonas.

 

 

Tras el paso de la borrasca Martinho, que ha dejado en Sierra Nevada hasta 3 metros de nieve acumulada —e incluso ventisqueros de más de 5 metros—, el equipo técnico de la estación trabaja a contrarreloj para garantizar el funcionamiento seguro de los remontes.

 

Uno de los puntos más afectados ha sido el telesilla Laguna, donde los trabajadores han tenido que retirar manualmente el hielo acumulado en estructuras y cableados. Equipados con arneses y herramientas, y a varios metros del suelo, los operarios golpean los bloques de hielo que impiden la circulación de los sistemas mecánicos.

 

 

 

 

Este procedimiento, que se realiza antes del inicio de cada jornada, es imprescindible para que los remontes puedan operar con normalidad. Las imágenes difundidas por la propia estación muestran la exigente labor que implica mantener operativa una instalación en alta montaña tras un temporal de esta magnitud.

 

 

 

Este martes, Sierra Nevada ha reabierto al público con 94 kilómetros esquiables, 116 pistas y 22 remontes en funcionamiento. Sin embargo, desde la estación se insiste en la necesidad de respetar todas las medidas de seguridad, especialmente ante el riesgo muy alto de aludes, que se mantiene en nivel 4 sobre 5.

 

Las autoridades piden no esquiar fuera de pista y seguir siempre la señalización oficial, ya que las condiciones en determinadas áreas siguen siendo inestables tras el paso del temporal.