La Asociación Andorrana de Monitores de Esquí (AAME) ha vuelto a alzar la voz para denunciar las precarias condiciones laborales que enfrentan los profesionales del sector en el país.

 

 

Además, acusan a las empresas de priorizar la contratación de personal temporal y de aceptar un intrusismo laboral que afecta tanto a la calidad del servicio como a los derechos de los trabajadores.  

 

El último desencadenante de la indignación de la AAME ha sido una oferta de trabajo publicada por una empresa de empleo temporal en la que se buscaban seis monitores de esquí para trabajar del 13 al 17 de enero en Grau Roig, Canaro y Pal.

 

La polémica surgió porque el anuncio especificaba que "no se necesita titulación, pero sí experiencia enseñando a niños a esquiar".

 

 

Aunque el anuncio fue modificado posteriormente para exigir tanto titulación como experiencia, la asociación considera que este caso es solo un ejemplo más de una problemática recurrente.

 

“Esta es la Andorra a la que nos han llevado los sucesivos gobiernos”, afirmó la AAME en su publicación, cuestionando si Inspección de Trabajo intervendrá de oficio o si será necesario presentar una denuncia formal.

 

Sin embargo, según la asociación, en casos anteriores en los que se presentaron quejas, las autoridades "no actuaron".  

 

Para la AAME, el panorama actual refleja un abandono por parte de las instituciones hacia los monitores locales. Afirman que las empresas prefieren contratar personal temporal, dispuesto a aceptar salarios bajos, en lugar de fomentar el empleo digno y estable para los profesionales del país.

 

"Es imposible dedicarse a este oficio de forma profesional en Andorra", explican, citando como principales obstáculos los elevados precios del alquiler y la alimentación. Por esta razón, muchos monitores titulados optan por trabajar fuera del país o de manera independiente, lejos de las escuelas de las estaciones de esquí.  

 

 

Según la AAME, el caso del reciente anuncio modificado no es una excepción, sino una muestra de la falta de control y regulación en el sector.  

 

 

Consideran imprescindible una mayor implicación de las autoridades para evitar que el intrusismo laboral siga lastrando la profesión y, con ello, el futuro del esquí en Andorra.