Las largas esperas en telesquís, telesillas y teleféricos han sido, durante años, uno de los mayores inconvenientes para los esquiadores, llegando a restarles hasta un 30% del tiempo en una jornada de esquí.
Ante el aumento constante de afluencia, especialmente en temporada alta –como ocurre en Alpe d’Huez, donde se reciben cerca de 20.000 esquiadores diarios–, las estaciones han comenzado a implementar nuevas soluciones para gestionar mejor la demanda y reducir las colas en los remontes.
Alpe d’Huez ha dado un primer paso al poner en marcha una aplicación gratuita para reservar el acceso al teleférico del Pic Blanc, operativo desde 1962.
Según explica Yann Carrel, director de operaciones de Sata Group, la medida busca distribuir a los esquiadores de manera más uniforme en la zona, reduciendo la saturación en puntos clave.
Ahorro de tiempo al evitar esperas prolongadas.
Acceso sencillo mediante el smartphone sin coste adicional.
Dependencia de la tecnología, que puede generar problemas si hay fallos en la app o en la conexión.
Posible redistribución desigual de la demanda en otros sectores de la estación.
En contraste con el enfoque gratuito, otras estaciones como Les Arcs han optado por soluciones de pago.
Durante los últimos cinco años, la estación saboyana ha ofrecido un pase sin colas para 13 remontes de alta congestión. Con tarifas adicionales incluidas en los pases "Esencial" y "Premium", los esquiadores disfrutan de colas dedicadas y un acceso prioritario, lo que les permite optimizar su tiempo en la pista.
Acceso rápido y exclusivo que justifica el coste para quienes valoran cada minuto en las pistas.
Reducción de la congestión en horas punta en los remontes más populares.
La medida puede generar desigualdades, dejando a los usuarios sin el pase en desventaja.
Incremento del coste global de ir a esquiar, afectando a un segmento importante de usuarios con menos poder adquisitivo.
Otra propuesta innovadora viene de Serre-Chevalier, que ha lanzado el servicio “&joy”. Por 9 euros diarios y mediante la integración de terminales Bluetooth, los clientes con forfait en los smartphones acceden a 20 remontes sin tener que hacer cola. Además de facilitar la compra y eliminar el uso de tarjetas plásticas, esta tecnología mejora significativamente la experiencia del usuario.
Comodidad y rapidez gracias a la digitalización y uso de dispositivos móviles.
Proceso de compra ágil que evita la gestión de efectivo o tarjetas físicas.
Coste extra que puede limitar el acceso a los esquiadores más modestos.
Dependencia de sistemas tecnológicos, que en caso de fallo, podrían complicar el acceso a los remontes.
Las estaciones de esquí en los Pirineos no se quedan atrás. Con la tarjeta No Souci, zonas como Cauterets, Gourette, Grand Tourmalet y otras ofrecen un sistema de fast pass que combina el acceso prioritario a varios remontes, descuentos en días de esquí y un sistema de pago automatizado que descarta la necesidad de recargar el forfait.
Optimización de la experiencia del usuario, con un sistema integral que simplifica el proceso de compra y acceso.
Ahorro de tiempo y beneficios adicionales que pueden resultar atractivos para los esquiadores frecuentes.
La inversión adicional puede ser un obstáculo para quienes buscan una opción más económica.
La implementación de un sistema automatizado requiere una adaptación completa de los usuarios a la nueva tecnología.
La transformación digital en las estaciones de esquí ofrece claras ventajas en términos de eficiencia y comodidad, permitiendo a los esquiadores disfrutar más de las pistas y menos del tiempo perdido en colas.
Sin embargo, la diversidad en los modelos –gratuitos versus de pago– plantea un debate sobre la equidad y la dependencia de la tecnología.
Cada estación apuesta por un sistema que, según sus necesidades y perfil de clientela, busca la equidad entre la experiencia y la operatividad, dejando en el aire la pregunta de si se tratará de una solución definitiva o solo de un paliativo en la lucha contra la saturación.