La estación suiza de St. Moritz vivió este sábado una jornada histórica en la Copa del Mundo de Esquí Alpino.

 

La austriaca Cornelia Hütter se llevó la victoria en el Super-G con un tiempo de 1:15.18, mientras que la estadounidense Lindsey Vonn, en su esperado regreso a la competición tras cinco años de ausencia, conquistó al público con un destacado 14.º puesto.

 

A sus 40 años y con una prótesis de rodilla, Vonn volvió a la pista que tantas alegrías le dio durante su carrera. Tras colgar los esquís en 2019 con un histórico palmarés de 82 victorias en la Copa del Mundo, un oro olímpico y dos títulos mundiales, la leyenda estadounidense sorprendió al mundo al regresar al circuito profesional.

 

 

Partiendo con el dorsal 31, Vonn completó el recorrido en 1:16.36, a tan solo 1,18 segundos de la ganadora, un logro impresionante tras su larga pausa.

 

 

 

“Estoy feliz de haber vuelto. Este es un gran regreso”, declaró Vonn al cruzar la meta, visiblemente emocionada y sonriente ante la ovación de los espectadores.

 

Por su parte, Cornelia Hütter confirmó su excelente estado de forma al sumar su segunda victoria de la temporada tras su triunfo en el descenso de Beaver Creek.

 

 

La austriaca trazó un recorrido sólido y constante, aprovechando la parte baja para superar a la suiza Lara Gut-Behrami, segunda a 0,18 segundos, y a la italiana Sofia Goggia, tercera a 0,33 segundos.

 

“Ganar no es algo que suceda todos los días. Este triunfo significa mucho para mí”, comentó Hütter tras la carrera.

 

Su actuación en St. Moritz también le permite escalar al segundo puesto en la clasificación general, solo detrás de Camille Rast.

 

La suiza Gut-Behrami, favorita local, mostró su velocidad en los primeros sectores, pero un error técnico en el último tramo le costó la victoria.

 

Por su parte, Goggia sufrió en la parte alta del recorrido, aunque logró subir al podio. Ambas tendrán una nueva oportunidad el domingo, cuando se dispute el segundo Super-G en St. Moritz.

 

El regreso de Lindsey Vonn, combinado con la intensa lucha por el podio, convirtió la jornada en un espectáculo inolvidable.

 

Con su actuación, Vonn demostró que su pasión por el esquí sigue intacta y que, a pesar del tiempo y las dificultades, aún puede competir al más alto nivel.