La joven estadounidense Lauren Macuga ha logrado esta mañana su primera victoria en la Copa del Mundo de esquí alpino al imponerse en el supergigante disputado en la icónica pista Karl Schranz de St. Anton.

 

 

La carrera tuvo lugar en condiciones totalmente diferentes al descenso celebrado el día anterior, que se desarrolló bajo cielos despejados y nieve blanda.

 

 

Sin embargo, Macuga aprovechó un breve momento de mejor luz para registrar un tiempo de 1:17.51, superando por 0.68 segundos a la austriaca Stephanie Venier y por 0.92 segundos a la italiana Federica Brignone -ganadora del descenso ayer-, que completaron el podio.  

 

Macuga, quien partió con el dorsal 17, mostró una gran madurez y confianza durante su bajada, deslizándose con limpieza por los tramos más complicados, incluido el famoso Ice Fall, donde alcanzó velocidades superiores a los 116 km/h.

 

 

“No puedo creer lo que ha pasado”, declaró la esquiadora tras su victoria. “Sabía que era una buena bajada, pero no pensé que sería suficiente para ganar. Todo parece un sueño”.  

 

La esquiadora de Park City, que debutó en la Copa del Mundo hace tres años, había mostrado señales de su potencial en las últimas temporadas, logrando un cuarto puesto en descenso en Beaver Creek y un quinto en supergigante en Kvitfjell el pasado marzo.

 

Sin embargo, su victoria de hoy representa un punto de inflexión en su carrera, colocándola como una de las grandes promesas del esquí estadounidense.

 

El público austriaco, que había esperado una década para ver a una esquiadora local en el podio de St. Anton, celebró efusivamente el segundo puesto de Stephanie Venier.

 

La austriaca, que partió con el dorsal 15, realizó una bajada llena de coraje, aunque reconoció que podría haber sido más precisa en la parte baja del recorrido. “Vi la línea de meta y solo pensé en empujar hasta el final”, explicó Venier, visiblemente emocionada.

 

La veterana italiana Federica Brignone, de 34 años, añadió otro podio a su brillante trayectoria, apenas un día después de convertirse en la ganadora de descenso más veterana en la historia de la Copa del Mundo.

 

A pesar de las complicadas condiciones de visibilidad, Brignone demostró su experiencia y habilidad, aunque admitió que la diferencia de luz favoreció a las esquiadoras que salieron después. “Hice lo mejor que pude en esas condiciones. Estoy satisfecha con mi rendimiento este fin de semana”, comentó la italiana.

 

El cuarto puesto de Lindsey Vonn, quien compitió en su segundo supergigante tras regresar a la Copa del Mundo a los 40 años, fue otro de los momentos destacados del día.

 

La estadounidense mostró destellos de su clase, logrando el mejor parcial en la tercera sección del recorrido y quedando a tan solo 0.32 segundos del podio. “Estoy orgullosa de mi progreso y feliz de formar parte de un equipo tan motivado. Lauren merece este triunfo; es increíble verla en lo más alto del podio”, declaró Vonn, quien busca seguir mejorando de cara a las próximas pruebas en Cortina d’Ampezzo.