La superficie nevada en el hemisferio norte supera media histórica y se acerca a cifras récord
Imagen del día 10 de enero según el modelo de extensión nieve basado en observaciones satélite. (Fuente https://climatereanalyzer.org)
A principios de enero de 2025, la extensión de nieve continúa expandiéndose rápidamente por el hemisferio norte, alcanzando cifras que destacan por su magnitud respecto a los niveles promedio.
Según datos recopilados al 8 de enero, la superficie nevada abarcaba 42,42 millones de kilómetros cuadrados. Este registro no solo supera con creces la media de los últimos nueve años, establecida en 28 millones de kilómetros cuadrados, sino que se acerca al récord absoluto de 46 millones de kilómetros cuadrados, marcado en enero de 2024.
Nieve en América del Norte y Eurasia
La nieve se extiende de manera significativa en los dos grandes bloques del hemisferio norte: América del Norte y Eurasia. En el primero, grandes áreas se encuentran bajo un manto blanco, consolidando condiciones invernales severas en varias regiones.
La superficie nevada en el hemisferio norte supera media histórica y se acerca a cifras récord
En Eurasia, el fenómeno se manifiesta desde Escandinavia y Europa del Este hasta el Benelux, Alemania y el norte de Francia. Las nevadas también cubren los principales macizos montañosos del continente: los Alpes o los Apeninos e incluso el volcán Etna, en Sicilia, donde la nieve ha llegado a sus cimas. Por contra, los Pirineos registran una superficie nevada por debajo de la media en este caso.
Impacto en otras regiones
Fuera de Europa, la nieve ha alcanzado áreas menos habituales. En Turquía, las regiones orientales están registrando importantes acumulaciones. En el norte de África, los macizos montañosos de Marruecos y Argelia presentan un panorama invernal poco frecuente, lo que subraya la excepcionalidad de este enero.
Estas cifras reafirman la tendencia ligeramente al alza en la extensión de la cubierta de nieve en los meses de invierno en el hemisferio norte de los últimos 10 años. Por contra, la primavera o el verano registran una clara disminución de la extensión respecto a la medioa histórica.