Multado un empresario italiano por aterrizar su helicóptero en una pista de esquí

En la imagen de la izquierda, Giorgio Bortolo Oliva y los carabinieri. A la derecha, el helicóptero varado sobre la nieve.

Autor

Redacción LdN

Sun, 13/04/2025 - 11:23

Giorgio Bortolo Oliva, reincidente en vuelos arriesgados, justificó su acción diciendo que estaba "muy ocupado" y tenía muchas ganas de esquiar.

La escena parece sacada de una película: un helicóptero descendiendo en medio de la nieve, junto a las pistas del dominio esquiable de Grostè, dentro de Madonna di Campiglio, en las Dolomitas de Brenta, y un hombre que desciende tranquilamente del aparato con botas y esquís, dispuesto a disfrutar de una jornada de deporte blanco.

Pero no era ficción. El protagonista era Giorgio Bortolo Oliva, un empresario de 66 años originario de Brescia, que ha sido multado con 2.000 euros por aterrizar ilegalmente su helicóptero a 2.400 metros de altitud, incumpliendo la legislación regional de Trentino-Alto Adige.

La maniobra, observada con incredulidad por varios agentes de los Carabinieri que patrullaban la zona, provocó su inmediata intervención.

Oliva, propietario de la empresa Olifer y natural del municipio de Odolo, no contaba con ninguna autorización para aterrizar en la zona, tal como él mismo admitió ante los agentes. “Estoy muy ocupado con el trabajo, pero tenía muchas ganas de esquiar”, explicó con una serenidad que desconcertó a las autoridades.

El aterrizaje no solo violó las normativas que prohíben estas maniobras por encima de los 1.600 metros de altitud, sino que también puso en peligro a otros esquiadores y usuarios del dominio, según las fuerzas del orden.

Tras recibir la sanción, el empresario volvió a despegar en su helicóptero y abandonó el lugar.

No es la primera vez que Oliva protagoniza un incidente aéreo relacionado con el esquí. En octubre de 2020, fue uno de los dos ocupantes de un helicóptero que se estrelló en el Valle de Aosta mientras se dirigía a una jornada en la nieve en la frontera con Suiza.

En aquel trágico accidente, falleció su amigo y colega Alfredo Buda, de 59 años. El vuelo se realizó en condiciones meteorológicas adversas, y la Fiscalía de Aosta consideró que no se daban las mínimas garantías de seguridad para despegar.

Oliva fue juzgado por homicidio involuntario y condenado en 2023 a ocho meses de prisión con pena suspendida, tras declararse culpable.