La estación del Puerto de Navacerrada vivió este jueves 27 de marzo una de sus mejores jornadas de esquí en años, según coinciden muchos esquiadores habituales. “La mejor jornada en siete años”, resume Antonio Sastre, joven, pero veterano del puerto, que asegura "no haber visto una nevada así en Navacerrada desde la temporada 2018".

 

 

 

La nieve fue protagonista desde primera hora, con condiciones excelentes: más de un metro de nieve polvo dura, compacta y de calidad, en zonas como la pala de montañeros, que volvió a estar esquiable como en sus mejores tiempos. “Así es como recuerdo el puerto cuando empecé a esquiar”, comenta Sastre, que no bajaba por Guarramillas desde 2019.

 

 

 

La jornada comenzó con una gran afluencia de público. A las 8 de la mañana, la cola para sacar el forfait superaba la hora de espera, reflejo del enorme tirón que ha tenido la estación tras las últimas nevadas. Aun así, el funcionamiento de los remontes fue eficaz durante buena parte del día: en Guarramillas, a pesar de la afluencia, el flujo fue fluido y el telesilla desembragable operó a mayor velocidad de lo habitual. Telégrafo y Escaparate también registraron colas, especialmente en las horas punta.

 

 

 

En pistas, el espectáculo fue total. Sastre describe una nieve polvo dura compacta y con buen agarre tanto en la pala como en el lateral, una zona que “nunca se pisa” y que estaba “llena de bolas”. Las pistas Guarramillas I y II ofrecieron sensaciones distintas: una, perfectamente pisada y con nieve polvo; la otra, con tramos más irregulares. También destacó el estado de El Bosque, con nieve de buena calidad, y el Camino Smith, completamente esquiable.

 

 

 

El día se mantuvo frío y soleado, con apenas viento. Solo al final de la jornada hizo acto de presencia la niebla, sin llegar a empañar una experiencia que devuelve a Navacerrada su mejor versión. Una estampa que muchos daban por perdida, posible gracias a la combinación de las intensas nevadas de marzo y la reapertura de la estación.