Cerler, la estación de esquí aragonesa más occidental, toma su nombre del pueblo que la vio nacer el año 1.971. Desde entonces, el pueblo ha sido espectador privilegiado de los cambios en su montaña, que han llevado al complejo a ser uno de los más reconocidos del Pirineo.
Cerler, ahora dentro del grupo Aramón, consta de 68 pistas que suman 79 kilómetros esquiables, 38 de ellos provistos de cañones de nieve artificial.