Lo hace a finales de otoño, sin tan siquiera esperar al invierno, como si supiera de la necesidad que hay de respirar el aire puro de los espacios abiertos, de la necesidad que tienen las personas de practicar deporte y las familias de salir a divertirse, aunque sea solo por el placer de lanzarse bolas de nieve o deslizar con el trineo por una pendiente nevada.

 

Y de la necesidad que tienen las zonas de montaña de reactivar su economía -un estudio encargado por FGC a la UPF calcula que más de un 20% de la economía de los pueblos con estación de esquí procede de la nieve-.

 

 

Entre tanta ilusión, las cinco estaciones de esquí del Pirineo de Girona -cuatro de alpino y una de esquí de fondo-, cada una con su propia personalidad, arrancan de nuevo totalmente digitalizadas, con una clara apuesta por el respeto y disfrute de la naturaleza, la preservación de la biodiversidad, el mantenimiento del paisaje, la promoción del deporte y la vida saludable, la actividad en familia, la cultura local, la gastronomía y los atractivos del territorio.

 

Repartidas entre dos comarcas, la Cerdanya (La Molina, Masella y Guils Fontanera) y el Ripollès (Vallter 2000 y Vall de Núria), entre todas suman 200 kilómetros esquiables (170 de pistas de alpino y otros 34 de fondo), con una distancia de una a la otra de menos de 100 kilómetros y apenas de 150 kilómetros de Barcelona y de Andorra.

 

Distancias al margen, los cinco dominios ofrecen una experiencia única, ideal para un día de esquí (sube y baja) en cada uno de ellos, pero también para estancias más largas gracias a su variedad de pistas -más del 50% fáciles y aptas para todo tipo de esquiadores- y la buena oferta apres ski, de alojamiento y restauración que se extiende en sus aledaños.

 

 

En estos momentos, sus dos objetivos de futuro más inmediatos son conseguir la “taquilla 0”, es decir tener todo el sistema de venta de forfaits y de acceso a los remontes digitalizado y para el año 2024, tener desplegado un sistema de innivación que garantice el 90 % del dominio esquiable con nieve producida con la mitad del gasto energético actual y sin aumentar el consumo de agua, optimizando de esta manera los recursos y priorizando el uso de fuentes de energía renovables.

 

 

Alp 2500, que une La Molina más Masella, es uno de los dominios esquiables más importantes de los Pirineos; en Vallter uno puede esquiar contemplando el Mediterráneo; Vall de Núria es la única estación española a la que sólo se puede acceder mediante el funicular cremallera y Guils Fontanera, un verdadero remanso de paz y silencio.

 

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