Avanzamos por la loma del noruego disfrutando del espectáculo, cuando nos queremos dar cuenta estamos en el alto de guarramillas, conocido como la bola del mundo.

 

Las viejas antenas de televisión están cubiertas de hielo en forma de manguito lo que le da un aspecto polar.

 

 

El sol brilla, el cielo está despejado, no hay viento, la temperatura rozará los 6 grados negativos. 

 

 

Hacemos un par de bajadas, se puede descender bastante sin rascar, las condiciones son mejores de las que pensábamos en esa zona.

 

Después de disfrutar como niños por la zona del Ventisquero ascendemos hasta el alto de Valdemartin donde la nieve está más dura y venteada en la cima. 

 

La vuelta la hacemos por el tubo de Bola, en la zona alta se asoma algún cocodrilo que quiere mordernos la tabla pero a partir de la zona media y baja se compensa con un par de giros buenos en nieve polvo.

 

Un día de Reyes, que recordaremos, no sólo por ser el primero de ski en la era del covid, sino por el regalo que nos ha ofrecido la madre naturaleza. 

 

Para finalizar, un buen vídeo de la experiencia: 
 

 

Protagonistas Inés, Rubio y David Muñoz.