Estamos a punto de conocer todas las novedades de las nuevas colecciones de esquís que lanzarán las marcas de cara al próximo invierno y no seria un mal momento para dar algunos detalles sobre la anchura de los patines -la cota del esquí en su punto más estrecho justo por debajo de la bota- y como ello determina la clasificación de un esquí en una categoría u otra.

 

Aunque actualmente hay otros factores que también ayudan a su clasificación, los patines siguen siendo una referencia.

 

 

Ahora, la tendencia es que los esquiadores opten por esquís más anchos, los antiguos esquís de los años 80-90 al lado de los actuales parecen esquís de fondo. Pero con aquellos esquís se esquiaba tanto en pista como en fuera pista. Actualmente llamémosle moda o tendencia, la mayoría elige esquís más anchos, para que el esquí fuera pista sea más fácil.

 

No sólo esquís más anchos, sino más ligeros y flexibles. Sin embargo, la “ciencia” nos indica que esto no es correcto, ya que más ancho no siempre es mejor, cuando hablamos de patines.

 

 

 

 

Cuando hablamos de la longitud de los esquís, estamos hablando de la distancia entre la cola y la espátula, y se indica en centímetros. Cuando hablamos de las cotas de los esquís, nos referimos a distancia entre laterales o anchura y se plasma en milímetros.

 

Se indica la parte más ancha de la espátula, la parte del patín y la parte de la cola. Pueden existir diseños en que tengamos cuatro numeraciones, en cuando en la espátula tenemos un par de cotas en lugar de una. En general el número intermedio que encontramos se refiere al patín. Esta numeración, nos puede indicar el radio de giro del esquí que se mide en metros.

 

 

 

 

No existe un ancho estándar, sino que cada marca fabrica sus esquís y los clasifica a su manera. Como hemos dicho antes, también hay otras características para clasificar un esquí en un grupo u otro a parte del patín.

 

Porlo general, un 'esquí estrecho' sería por debajo de -80mm, un 'esquí medio' entre 80-90mm y ancho a partir de +90mm. En general se indica que un esquí estrecho irá mejor para pistas tratadas y que un esquí ancho nos irá mejor en nieve polvo gracias al extra de flotación. Aunque hay quien no piensa lo mismo.

 

 

 

 

El problema de las supuestas ventajas de un esquí más ancho es que sólo lo disfrutaremos unos pocos días, o quizás ninguno, días de nieve profunda y nevada muy reciente. Solo cuando tengamos un paquete por ejemplo de 40 cm o más, estaremos esquiando sobre la nieve recién caída. Cuando apenas caen 10-15 cm, en realidad estamos esquiando en la parte inferior de la nieve que es la nieve dura o base.

 

 

Con un esquí estrecho la fuerza se ejerce justo debajo de las botas en los bordes de las botas, en un esquí ancho la fuerza se ejerce más allá en los bordes del esquí. Esto provoca que en los esquís anchos se produzca cierto desajuste en la rotación del fémur y la tibia.

 

Es fácil de comprobar, esquía en pista con esquís de 70 mm o menos y prueba lo mismo con esquís de 100 mm o más, será evidente que cuesta más esquiar con los esquís anchos, tenemos que clavar más los cantos si queremos ser igual de eficientes. Esto a su vez estresa tanto el LCA como el LCP, y la rodilla en general. 
 

En cambio, con nieve recién caída de más de 30 centímetros se comprueba una reducción drástica en GRF, y desaparecen las consecuencias negativas que hemos visto anteriormente. Además, existen estudios, que señalan que con nieve polvo y esquís anchos, el esquiador debe realizar menos fuerzas con sus músculos, y por eso es cierta la afirmación que es más fácil esquiar con esquís anchos en nieve polvo.

 

 

 

 

Para la inmensa mayoría de esquiadores de España, serían más recomendables esquís más estrechos o medios que no anchos. A no ser que un esquiador resida muy cerca de su estación de esquí preferida y que pueda escaparse cualquier día de la semana.

 

Lo cierto es que la nieve sin pisar dura muy poco en nuestras estaciones. Y por lo tanto pocos serán los días que realmente nos haga falta un esquí ancho. Nuestras rodillas agradecerán la decisión de no usar un esquí excesivamente ancho. La única excepción seria la nieve primavera o nieve papa, donde se agradece un patín más ancho. Por otro lado, existen estudios, que indican que el esfuerzo de nuestros músculos es muy parecido y no arrojan una gran diferencia al esquiar en nieve polvo con esquís más estrechos. 

 

 

 

 

Aunque el autor es un enamorado del esquí y le da igual esquiar con un SL que con 120 mm de patín, es cierto que en cada tipo de nieve se desenvuelve mejor un patín u otro, o mejor dicho un tipo de esquí que otro. El extremo seria la nieve primavera, dura a primera hora de la mañana que agradece un esquí estrecho para agarrarse al hielo, y al medio dia donde tenemos la nieve papa que disfrutaremos con un esquí ancho.

 

Porque, a parte del patín, actualmente también hay que fijarse en la construcción del esquí, podemos pasar de esquís con doble capa de titanal a otros que solo lleven un núcleo de madera y algún pequeño refuerzo de carbono.

 

Lo ideal sería tener varios pares de esquís, pero esto una ruina para la mayoría, por lo que recomiendo que pensemos en que "tipo de esquiador somos" y que "nieve nos encontramos la mayoría de los días" que subimos a esquiar. Aunque se hayan puesto de moda los esquís anchos, hay que pensar con la cabeza y elegir de forma racional.