Cuando acudimos a una tienda para comprar unas botas, en primer lugar, tendremos que atender a la longitud de nuestro pie, la talla que usamos, en segundo lugar a la anchura de nuestro pie, llamada horma, y en tercer lugar y muy importante al índice de flexión o flex de la bota. Para elegir el flex tendremos en cuenta nuestro nivel, complexión física y peso.

 

 

 

 

Como ya hemos adelantado, es el índice de flexión, el indicador de la dureza de la bota, en el sentido de la fuerza que hay que ejercer para flexionar la caña de la bota hacia delante.

 

Cuanto más rígida sea la bota, mayor fuerza tendremos que ejercer para doblar el tobillo. Este índice de flexión varía mucho en función del modelo de bota, puede ser muy bajo, una bota blanda por ejemplo de 50, o puede ser muy rígida un índice de 130 o más.

 

El flex es un indicador que se encuentra bien visible en la bota. La mayoría de las marcas lo indican en el exterior de la bota, incluso para denominarlas.

 

 

 

 

No, no existe una fórmula magistral que utilicen todas las marcas y que sean un estándar exacto. La numeración del índice de flexión puede variar entre los distintos fabricantes, algunos son "generosos" al indicar el flex, otros son más correctos con este índice.

 

En consecuencia, la numeración debe ser orientativa y ante diferentes marcas, es mejor probar las botas para comprobar la dureza real.

 

 

 

El Flex lo definimos como la rigidez del material, pero la facilidad de flexionar la caña puede estar determinada por otros factores. Como puede ser el ángulo de la caña o el grosor del botín interior.

 

 

 

Está claro que el flex nos indica el índice de flexión de la caña, la dureza del material. Así pues, la sensación de dureza o rigidez puede ser muy diferente con un material plástico a 20 grados de temperatura ambiente que en un entorno con temperaturas negativas o muy negativas como las que encontramos en las estaciones de esquí. Comparar el flex entre las distintas botas.

 

 

 

 

No cabe duda de que según el tipo de esquí que practiquemos a parte de un tipo de bota u otro, también precisaremos un flex más duro o suave.
 

Si venimos del mundo de la competición o nos gusta las pistas bien pisadas y los radios cortos, cuanto más rígida sea la bota nos notaremos más seguros y conduciremos con más precisión.
 

Si lo nuestro son los giros amplios y la nieve sin pisar, buscaremos un flex más relajado. Y si por último lo que nos gusta es el park y el freestyle, buscaremos un flex más bajo.

 

 

 

 

 

La complexión física, el peso y el nivel son determinantes. Por ello una diferenciación importante es el sexo, determinado por la complexión física. Los hombres por complexión, fuerza muscular y peso deben elegir un flex más alto que en caso de ser mujer, veamos los flex aconsejables:

 

 

 

 

Debido a que, por regla general, las mujeres tienen un IMC más bajo y los pies más pequeños que los hombres, necesiten un flex más bajo que los hombres en igualdad del resto de condiciones. Veamos la tabla:

 

 

 

Como siempre hacer caso a los profesionales de vuestra tienda de confianza que son conocedores del material y os ayudaran a elegir un flex u otro, en función de vuestras necesidades.

 

 

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