La marca italiana Grivel que el próximo 2018 cumplirá 200 años de existencia, ha creado el piolet FLAME, que destaca a primera vista por su diseño pero tiene más sorpresas escondidas. El piolet es un elemento necesario en cualquier mochila del esquiador de montaña o freerider ya que nos ayuda a sortear las situaciones en las que nos encontremos hielo en la montaña a parte de un sinfín de utilidades en las salidas a la montaña fuera de los remontes.
 

 

 

 

Se trata del Ferrari de los piolets, como alguno lo han bautizado. A parte del diseño estamos ante un piolet que sobresale por su ligereza. Con sus apenas 270 gramos se convierte en uno de los piolets más ligeros del mercado. Su longitud es de 49 cm, con un mango ligeramente curvado. Este diseño ergonómico ayuda también a que sea sumamente cómodo en posiciones de apoyo, al igual que facilita el clavado del piolet en la nieve.

 

 

Otro aspecto a destacar es su construcción, no tiene remaches, está fabricado en un molde integral, de una pieza. Los acabados son depurados, se usa el carbono en la cabeza y el mango. La puntera (regatón) está fabricada en widia, se trata de un compuesto de  wolframio y carbono, que le confiere más dureza. Esta parte final del mango está formada de una sola pieza que va adelgazándose conforme llega a la puntera, con lo cual en caso de tener la necesidad de clavar el piolet en la nieve la penetración es mucho más fácil que con los tradicionales piolets. Tanto la hoja como la pala están fabricadas en acero cromado.

 

 

 

Un piolet fabricado en Italia que ha recibido y seguirá recibiendo premios. El único pero es el precio, se trata de un piolet exclusivo a un precio también exclusivo 278 euros.

 

Más información en www.grivel.com