Si como conductores nos preocupan la seguridad y las prestaciones, sabremos de la importancia de los neumáticos. El neumático es el elemento del coche en contacto con la carretera, el que nos sujeta a ella y por lo tanto de ellos depende la estabilidad, agarre, frenada, el aprovechamiento de las prestaciones, el consumo y el ruido. 

 

 

De la misma forma que en competición vemos que los pilotos eligen distintos compuestos en función de cómo está la pista, salvando las diferencias, deberíamos seleccionar los neumáticos en función de la estación del año y en invierno colocar ruedas de contacto, y reservar las que lleva nuestro coche (generalmente de verano) sólo para los meses de calor. 

 

 

Desde hace un tiempo se ha intentado divulgar la necesidad de utilizar neumáticos de invierno en los meses de más frio, ya que a partir de 7 grados los neumáticos de verano dejan de ser efectivos. Esto obliga a tener dos juegos de neumáticos con los consiguientes problemas de cambio, espacio, gasto, etc.

 

 

Pero los fabricantes de neumáticos y en especial también los fabricantes de vehículos SUV están dando a conocer los neumáticos all-seasons o todo tiempo. Los fabricantes de neumáticos con campañas publicitarias como los Michelin CrossClimate, indicando que se trata de un nuevo tipo de neumático cuando en realidad hace tiempo que existen.

 

 

Y por otro lado los fabricantes de vehículos con algunos modelos SUV, que en realidad no llevan tracción 4X4, sino que llevan sólo un selector de tracción que lo que hace es cambiar la configuración de las prestaciones del vehículo, pero su verdadera ayuda -en situaciones complicadas- la confían finalmente a los neumáticos, así vemos que muchos SUV montan estos neumáticos aunque lleven tracción a las cuatro ruedas.

 

 

Estos neumáticos llevan el marcaje M+S y algunos incluso el 3PMSF (M+S y el copo de nieve). Estas ruedas en realidad usan un compuesto intermedio, y por lo tanto no irán tan bien con calor extremo como los de verano, ni con un frio muy intenso en invierno, aunque en general darán la talla en ambos ambientes, sin que seamos exigentes.

 

En verano por encima de 25 grados dejarán de ser igual de efectivos y en invierno por debajo de los -10 grados perderán parte de su adherencia. 

 

 

Esto se consigue con un compuesto de caucho específico, con un dibujo propio de neumáticos de invierno y con la construcción del neumático. Estos neumáticos pueden ser una buena solución única, para ciertos vehículos y necesidades de los conductores, tipo de terreno frecuencia de uso en nieve y temperaturas por las que nos movamos.

 

 

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