¿Cómo se monta una prueba de esquí?
Marcando una prueba
Mié, 26/02/2014 - 18:56
En ocasiones vemos pruebas de copa del mundo, o de los Juegos Olímpicos, pero ¿Cómo se montan? Guardando las distancias, aquí os mostramos como se monta una prueba de la federación asturiana
Después de cuatro años en la federación, las cosas se ven de otra forma. El día que decidimos meternos en esta aventura, la competición era para la mayoría de nosotros una gran desconocida. Las referencias que tenía de aquella eran pocas, apenas alguna carrera de copa del mundo que había visto en televisión, lo mismo con alguna prueba de algunos Juegos Olímpicos, y conocer el nombre de algún campeón, no más de cinco o seis. Conocía la hazaña de “Paquito” Fernández Ochoa en Sapporo 72, a Tomba la bomba, que era la figura mediática en los 80 y 90 y a Herminator, el gran Hermann Maier. Lo reconozco, a pesar de llevar más de 20 años encima de unas tablas, era un inculto en temas de competición, lo cual hacía aún mayor el miedo que tenía inicialmente a esta aventura.
Es más, no voy a negar que en alguna ocasión como esquiador, puse el grito en el cielo al encontrarme alguna pista cerrada por haber una carrera
Si a día de hoy, escribo estas líneas, es para contar cómo ha cambiado mi percepción de las competiciones, y de la importancia del deporte base, y lo que supone para nuestro deporte y para nuestra región contar con una cantera tan importante de esquiadores y una tradición tan dilatada en competición. No hay que olvidar que Valgrande Pajares, desde sus inicios, siempre ha estado ligada a la competición, y tal es así, que hemos tenido unos cuantos campeones de España en diferentes disciplinas, y también unos cuantos representantes olímpicos. Casi nada…
Pero vayamos al grano. Lejos del glamour de la alta competición, existe un gran mundo de carreras en nuestras estaciones. Raro es no encontrar estación en España, en la que de alguna manera, se compita. En nuestro caso, la FDIPA, cuenta con una gran tradición de carreras. En la actualidad la actividad de la federación se divide entre Valgrande Pajares y Fuentes de Invierno.
El montaje de una carrera, es largo y complejo. Todo comienza con la apertura de las inscripciones. Unos cuatro días previos a la carrera, se convoca una reunión con todos los miembros y colaboradores de la federación: Dirección técnica, cronometraje, controles, estación de esquí, etc. En esta reunión se ven el número de inscritos en ese momento, se hace una previsión total de corredores, se valoran las previsiones meteorológicas, la cantidad y calidad de nieve, y múltiples factores más que condicionarán la competición. Una vez finalizada la valoración, se fijan horarios de montaje, de reconocimiento y salida de corredores. También se informa del Delegado Técnico que nos asigna la RFEDI y se pone especial hincapié en la seguridad, tanto de corredores, como de espectadores y organizadores. No puede quedar nada al azar.
El viernes, día previo a la carrera, tiene lugar una reunión con los clubes y la dirección de la estación de esquí. En dicha reunión se informa a los clubes de los horarios de carrera, la previsión meteorológica, el tipo de carrera y el trazado. Este es el momento también para resolver cualquier duda planteada desde los equipos. Acabado esto, comienza el sorteo de dorsales. Este, marcará el orden de salida de la primera manga.
Reunión previa a la AUDI CUATTRO CUP del pasado fin de semana con los clubes
Una vez finalizada la reunión, cenar rápido y a la cama, que nos espera un buen madrugón y un duro día de trabajo en pistas.
Llega el sábado, día de carrera. El despertador suena a las 6:15 de la mañana. No hay tiempo para hacerse el remolón, Eugenio nos espera en apenas media hora para desayunar. No lo he comentado (mil perdones), cuando estamos en Valgrande Pajares, nos alojamos en el CAU, el albergue universitario. La verdad es que estamos como en casa. Ya son unos cuantos años y al final es como estar en familia.
A las 7:15 h. hay que estar en pistas con todo preparado. Allí nos esperan las máquinas pisapistas para subirnos al Tubo, la pista de competición homologada para carreras oficiales. La subida ya es una pequeña aventura. Para quien no lo haya probado nunca, es una sensación única subir en pisapistas.
Esperando por las pisapistas y por el amanecer para empezar a montar
Llegan las pisapistas. Hay que ser rápidos
Todo el mundo arriba! Nos montamos en la parte trasera de la máquina
Una vez arriba, en marcha. Foto del año pasado campeonatos alevines
Una vez en pista, en muchas ocasiones de noche todavía, comenzamos a organizar el montaje. Se divide el trabajo en tres grupos, El primero, marcaje de la prueba, el segundo, portillón y bolsa de salida, y el tercero meta, bolsa de meta y cronometraje. El primer grupo se encarga de marcar el trazado de la prueba. En esta tarea, intervienen unas 5-6 personas (dependiendo del tipo de prueba), más el delegado técnico enviado desde la RFEDI.
Descargando material una vez llegados al Tubo
Una vez descargado el material, todos al telesquí, hay que coger más cosas en la caseta superior
En la caseta superior cogiendo material. En ocasiones las condiciones meteorológicas son un tanto desfavorables
Inicio del marcado de la carrera
Montaje de la prueba. La distancia entre puertas se mide con metro
Entre tanto, el amanecer nos suele dejar estampas que son todo un lujo y que bien merecen quedar inmortalizadas.
Amaneciendo en la cafetería de la zona alta
Cielo rojizo, gracias al amanecer. Un espectáculo único
Mientras por una parte un grupo se encarga del trazado, los otros dos grupos están manos a la obra. En la salida. la actividad es frenética, hay que montar el portillón, parte fundamental de la carrera. Para ello, primero hay que “echar” el cable, conectarlo a una toma que tenemos en un cañón de nieve artificial, y luego conectarlo a la salida. Una vez terminado esto, se continua montando la denominada bolsa de salida. Esta es una zona vallada, en la cual se organizan los corredores antes de que tomen salida.
Montaje del portillón y la bolsa de salida
En ocasiones la meteorología nos complica “un poco” el montaje del portillón y sus cables
Portillón y bolsa de salida montados
Mientras en salida la actividad no cesa, en meta es aún mayor. Es posiblemente de todas las tareas la más compleja. En meta está el cronómetro, sin él, la carrera no se podría disputar. Hay que montarlo, conectarlo con la célula de meta, y a su vez con el portillón de salida. Al mismo tiempo, la meta cuenta con megafonía, y una pantalla para los tiempos. Por seguridad, para evitar accidentes y separar al público, se valla la zona de llegada, esta es la bolsa de meta.
Montaje de la meta
Zona de meta durante la carrera
Así a grandes rasgos, ya tenemos montada la prueba. Ahora hay que “echarla” a andar.
Antes de que el primer corredor tome salida, hay que colocar a los controles, se comprueba que el portillón, el crono y las comunicaciones funcionen correctamente.
El jefe de controles, colocando a su equipo y repartiendo las libretas de control
Con la prueba ya montada, se abre el reconocimiento del trazado. Esto consiste, en que los corredores, acompañados de su entrenador, van bajando por el trazado, analizando cada punto de la carrera. En este caso, hay dos tipos de reconocimiento, por dentro del trazado, es decir, siguiendo la línea de la prueba entre las puertas o palos, o por fuera del mismo. Es la dirección de carrera quien decide qué tipo de reconocimiento se lleva a cabo, atendiendo fundamentalmente al estado de la nieve para tomar su decisión.
Reconocimiento del trazado por los corredores
Una vez cerrado el reconocimiento, es el turno de los abridores, para comenzar la carrera. Su misión es bajar la pista antes que los corredores y verificar que todo este en orden para comenzar la prueba. En el caso de que encuentren alguna anomalía, se la transmiten al delegado técnico para corregirla.
Abridor en pista
Con el visto bueno de abridores y delegado técnico, comienza la carrera. Las oficiales, constan de dos mangas.
Con todo montado, toca correr
Durante la carrera, hay varios jueces o controles, que vigilan un numero determinado de palos o puertas. Son los encargados de descalificar en el caso de que alguien se salte alguna de las puertas, de cerrar la pista en caso de caída y de solucionar cualquier problema que pueda surgir durante la competición.
Un control en pista, revisando su libreta
Una parte importante de la carrera, es el mantenimiento de la pista en las mejores condiciones posibles, eso significa llevar a cabo diferentes labores, como echar sal, derrapar, o entre manga y manga si fuera necesario, remarcar el trazado.
El jefe de controles echando sal al trazado para endurecer la nieve
El director técnico de fdipa, derrapando el trazado
Entre manga y manga, se llevan a cabo estas labores, o se remarca el trazado, por lo que de nuevo se hace un reconocimiento del mismo.
Vista de la pista de competición durante el reconocimiento previo a la segunda manga
Una vez terminada la segunda manga, de nuevo a organizar grupos. Una parte va a sacar clasificaciones y preparar los trofeos, el resto se queda recogiendo. Lo primero en recogerse es el trazado. Esto suele ser rápido. Mientras tanto, dos grupos diferentes se encargan de desmontar salida y meta. Por norma general, al igual que en el montaje, meta suele llevar más tiempo. Según van terminando los diferentes grupos, se unen al desmontaje de meta.
Desmontando el trazado
Enrollando redes de la bolsa de salida
Por fin está todo desmontado, ya solo queda la entrega de trofeos.
Entrega de trofeos en la AUDI QUATTRO CUP
Y esto, a grandes rasgos es todo. Es un duro trabajo, en ocasiones acrecentado por las condiciones meteorológicas. Pero merece la pena si te gusta este deporte, ya que tienes ocasión de aprender cosas que desde fuera no se aprecian, además de los buenos momentos que se pasan, ya que dentro de la federación lo primero que tengo, son buenos amigos.
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