Lo que inicialmente parecía un proyecto ambicioso, pero asumible se ha convertido en un quebradero de cabeza por su escalada de costes.

 

 

 

 

El pasado 17 de septiembre, en la sede de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), se presentó este proyecto clave para el turismo de invierno en Aragón.

 

El consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, acompañado por el presidente provincial Isaac Claver y el presidente de la Mancomunidad del Alto Valle del Aragón, Álvaro Salesa, anunciaron que el coste total de la infraestructura sería de 35 millones de euros.

 

 

Sin embargo, lo que no se mencionó entonces es que esta cifra solo cubría la primera fase del proyecto. El verdadero coste final alcanzará los 44,8 millones, según consta en los pliegos de licitación recientemente publicados por el Gobierno de Aragón.

 

 

 

 

La primera fase del proyecto, valorada en 35 millones, se centrará en la construcción del telecabina y las tres estaciones principales: inferior, intermedia y superior.

 

Esta infraestructura cubrirá un trayecto de 3,6 kilómetros entre la base de la estación de Candanchú, junto al aparcamiento de Pista Grande, y el entorno del telesilla Pastores en Astún.

 

Para ello, se instalarán 19 torres que soportarán el cableado desde una cota de 1.565 metros hasta 2.022 metros. 

 

Inicialmente, la capacidad de transporte estará limitada a 600 esquiadores por hora, con solo 24 cabinas operativas, una cifra que irá aumentando en fases posteriores hasta las 96 cabinas, capaces de trasladar a 2.400 personas por hora.

 

 

Uno de los grandes retos del proyecto será cumplir con los plazos. El plazo de 20 días para la presentación de ofertas es un indicativo de la urgencia para adjudicar el contrato antes de que termine el año.

 

 

A la presión por los tiempos se suma la complejidad técnica. El trazado del telecabina, que se realizará en dos tramos para evitar sobrevolar la zona urbana de Candanchú, incluirá una estación intermedia en Peñas Rojas.

 

Esta estación, aunque no estará operativa para el público inicialmente, será clave para futuras expansiones, como la posible extensión del sistema de transporte por cable hasta Canfranc.

 

 

El telecabina Astún-Candanchú forma parte de un plan más amplio, el denominado Plan Pirineos, impulsado por el Gobierno de Aragón con una inversión de más de 57 millones de euros.

 

Además de este proyecto, también se contempla la construcción de una telecabina que conectará Benasque con la estación de esquí de Cerler, con un coste de 16,4 millones de euros.

 

La unión de las estaciones de Astún y Candanchú se perfila como un avance fundamental para el valle del Aragón, que busca posicionarse como uno de los destinos de esquí más competitivos de los Pirineos.

 

Sin embargo, con el incremento de costes y los plazos tan ajustados, el camino hacia la realización de este ambicioso proyecto se presenta plagado de obstáculos.