Irónicamente, el continente con más nieve y hielo, la Antártida, es el único que no cuenta con una estación de esquí operativa.

 

 

 

Con la apertura de las primeras estaciones de Argentina y Chile, Sudamérica se convirtió en el sexto y último continente con estaciones de esquí disponibles.

 

 

 

En el hemisferio sur, en este caso Oceanía, hay que sumar también los resorts de esquí en Australia y Nueva Zelanda, que llevan abiertos un par de semanas, en el caso de Nueva Zenlanda ha estado viviendo una gran ola de frío, El aire gélido proveniente desde la misma Antártida se ha adentrado en nuestras antípodas, desplomando las temperaturas en la Isla Norte y provocando nevadas en multitud de localidades. Las temperaturas se han desplomado y se están produciendo nevadas incluso sobre el mar.

 

 

 

Y en África, Afriski en Lesotho tiene sus remontes girando y sus pistas abiertas desde el 10 de junio.

 

 

 

Ya en el hemisferio norte, donde actualmente es verano, hay varios glaciares abiertos en Europa, como Tignes, Val d’Isère, Avoriaz y Les 2 Alpes en Francia; o Zermatt en Suiza; Passo Stelvio y Cervinia en Italia; Zermatt y Saas Fee en Suiza; Kaunertal, Hintertux, Pitztal y Kaprun en Austria o Folgefonna, Galhoppigen y Stryn, en Noruega:

 

 

 

En América del Norte, Timberline Lodge en Mount Hood, Oregón, está desafiando la ola de calor actual que azota el noroeste del Pacífico e incluso ha tenido que cerrar algún día temporalmente. Es el único representante yankee en este elenco de posibilidades para esquiar en verano.

 

 

Y en Asia, Gassan en Japón mantiene vivo su invierno. Abrieron el 13 de abril y normalmente permanecen en funcionamiento hasta mediados o finales de julio.

 

 

El problema ahora es poder llegar a cualquiera de estos destinos, ya que siguen las dificultades para los viajes transoceánicos y entre distintos continentes.