Los numerosos vídeos grabados por los vecinos del barrio de Hortaleza de la capital de España en los que se ve al musher con su trineo y sus perros paseando sobre las calles nevadas se han viralizado como la pólvora en las redes sociales y han conseguido visualizar este deporte minoritario en todas partes por unas horas.

 

 

 

Pero volvamos a la aventura de Javier Talanco, comercial de recambios de automóviles en Grupo Montalt de profesión y que vive con sus perros en un piso en el barrio de Hortaleza.

 

Javier se aficionó al mushing cuando fue a ver una de las últimas ediciones de la Pirena (la mayor prueba de mushing por etapas que nunca ha tenido España) y en la actualidad participa en la modalidad sprint en las pruebas de la Real Federación Española de Deportes de Invierno.

 

Acostumbrado a correr sobre tierra con sus cinco huskies porque la nieve le queda lejos, su intención era irse este fin de semana a Somosierra a entrenar con un primo suyo que también practica el mushing.

 

Por ello tenía todo el material cargado en su furgoneta, pero viendo la que estaba cayendo no pudo resistir la tentación -ni él ni sus huskies, entre los cuales los tres pequeños de la camada jamás habían visto la nieve-, así que bajó a la calle, sacó el trineo del vehículo, preparó arneses, correas y demás accesorios… ató a los perros y se lanzó a la calle.

 

 

 

A una media de 20 kilómetros por hora y con máximas de hasta 45, recorrió la avenida Bucaramanga, la calle Manizales y el anillo ciclista de Madrid. “Son perros de trineo, pero de ciudad y están acostumbrados a ir por la acera y detenerse antes de atravesar, por lo que íbamos parando. Además, la gente que nos veía nos pedía fotos y videos”, explica Javier.

 

Tras una hora y media, 6 kilómetros y una intensa nevada que le dejó calado, volvió a casa y sin apenas tiempo de quitarse el equipo, se vio abrumado por el alud de videos colgados en las redes sociales.

 

 

 

Las dos pruebas están pendientes de poder celebrarse según como evolucionen las restricciones de la Covid-19.

 

Mientras, seguirá entrenando y esta misma noche, o en cuento arrecie un poco la tormenta en Madrid, tiene la intención de hacerlo de nuevo en las calles alrededor de su casa. El trineo está listo y los Snabb -el padre-, Kimbre -la madre-, Haru -la hembra pequeña- y los pequeños Lomu -el negro- y Skunk -el marrón- están ansiosos.