El pico más alto del mundo se encuentra en la frontera de China y Nepal y se puede escalar desde ambos lados. China ha cerrado su lado a los alpinistas extranjeros, mientras que Nepal ha cancelado todas las expediciones en respuesta a Covid-19.

 

Por lo tanto, solo dos docenas de escaladores chinos han podido abordar, por ahora, el Monte Everest. Se esperaba que alcanzaran el campamento base avanzado -a una altitud de 6.450 metros- el viernes, según dijeron los operadores de la expedición en contacto con la Asociación de Montañismo del Tíbet de China (CTMA).

 

 

 

Los encargados de los registros de alpinismo explican que, si los escaladores llegan a la cumbre, sería la primera vez desde que "en la primavera de 1960, solo los chinos llegaron a la cumbre. Los indios lo intentaron, pero fracasaron", dijo Richard Salisbury, de la Base de Datos del Himalaya, una organización que mantiene registros de todas las expediciones en el Himalaya. "Hubo varios ascensos de reconocimiento, investigación y entrenamiento chinos desde 1958 hasta 1967, cuando nadie más estaba en la montaña, pero ninguno de ellos subió", concluye.

 

El oasis que vivirá el Everest esta primavera contrasta con las ascensiones al techo del mundo durante la primavera de 2019. Se trata del número más alto de la historia y preocupaba la masificación de la ruta y el balance de 11 víctimas mortales.

 

Según los listados oficiales de las autoridades nepalíes y chinas, de abril a junio de 2019 de las 885 cumbres, 644 se habrían logrado a través de la ruta normal de la cara sur, mientras que 241 habrían llegado por la ruta normal de la cara norte. Del total, solamente dos ascensiones fueron completadas sin oxígeno.