La estrella del esquí alpino estadounidense Mikaela Shiffrin ha tomado una decisión clave en su carrera: no competirá en la disciplina de descenso durante la temporada 2024-2025 de la Copa del Mundo.

 

Este anuncio, confirmado por su representante Megan Harrod a la agencia Reuters, marca un importante giro en la trayectoria de Shiffrin, que se centrará en las disciplinas técnicas como el slalom, el slalom gigante (GS) y el supergigante (super-G). 

 

 

Con 97 victorias en su haber, Shiffrin está a solo tres de llegar a las 100, un hito que pocos pensaban alcanzable hasta que la esquiadora estadounidense rompió el récord de 86 triunfos que ostentaba el sueco Ingemar Stenmark desde 1989.

 

 

El retiro temporal del descenso se explica en parte por el accidente que sufrió en esa disciplina en Cortina d'Ampezzo, Italia, donde se torció el ligamento medial colateral (MCL) y el ligamento tibioperoneo de su rodilla izquierda.

 

Este episodio la llevó a reconsiderar su enfoque y, aunque brevemente pensó en retirarse, la motivación por seguir compitiendo prevaleció.

 

"Después de un accidente así, te planteas si seguir o no", confesó Shiffrin a Associated Press en un reciente evento en Austria, organizado por su proveedor de material deportivo, Atomic. "Pero al final, me doy cuenta de que todavía quiero estar aquí y seguir disfrutando de este deporte".

 

 

 

Aunque Shiffrin ha decidido eliminar el descenso de su calendario competitivo para esta temporada, eso no significa que renuncie por completo a las carreras de velocidad.

 

La estadounidense tiene previsto competir en los nueve super-G del calendario, una disciplina que, aunque también implica altas velocidades, es menos exigente en términos de preparación y riesgo que el descenso.

 

 

"La temporada pasada, me sentí un poco por debajo de mi nivel en super-G, y no tuve tiempo suficiente para entrenar descenso adecuadamente", explicó Shiffrin. "Quiero ser más eficiente con mi entrenamiento este año, y saltarme el descenso me ayudará a concentrarme en otras disciplinas".

 

Con este enfoque, Shiffrin intentará alcanzar las 100 victorias en las primeras competiciones de la temporada, todas ellas técnicas.

 

 

 

La temporada 2023 fue especialmente difícil para Shiffrin no solo por su propio accidente, sino también por la grave lesión de su prometido, el noruego Aleksander Aamodt Kilde, también esquiador de élite.

 

Kilde, que sufrió una rotura de dos ligamentos del hombro y un corte severo en su pantorrilla derecha durante un accidente en Wengen, Suiza, tuvo que someterse a una operación de urgencia y posteriormente a una segunda intervención durante el verano.

 

 

"Hemos hablado sobre la posibilidad de retirarnos", admitió Shiffrin. "En ocasiones te sientes agotado, pero después de reflexionar, te das cuenta de que sigues motivado para competir. Lo importante es encontrar el equilibrio".

 

Durante el verano, Shiffrin se preparó para la nueva temporada con un intenso programa de entrenamiento en Chile junto al equipo de esquí de Estados Unidos, así como con varias sesiones en el gimnasio para reconstruir su fuerza física tras la pausa causada por la lesión.