Tras una de las mejores temporadas de esquí de los últimos años en España, la 21-22, con un volumen de facturación de 160,1 millones de euros (lo que supone un ingreso medio por visitante de 27,4 euros), las estaciones viven un invierno de grandes retos, donde hacer frente al aumento del coste de la energía se plantea como el mayor de ellos, pero no el único.

 

 

 

 

A ellos hay que sumar otros 5,8 millones correspondientes a Valgrande -Pajares, una estación que no está bajo el paraguas de Atudem, con lo que la cifra asciende hasta los 73,1 millones de euros.

 

La vocación de este dispendio no es otra que conseguir instalaciones sostenibles y con una mayor eficiencia energética (remontes, cañones de nieve, máquinas pisapistas de última generación y accesos digitalizados), que todas las estaciones asumen como un decidido compromiso con el medioambiente, al igual que están haciendo la mayoría de complejos europeos.

 

 

Los datos de Atudem reflejan que Sierra Nevada es la estación con un mayor esfuerzo inversor para este invierno, con 25,6 millones de euros, que se han traducido en los nuevos telesillas Emile Allais y Alhambra, nieve artificial y una zona para principiantes, cómo es Borreguiles, totalmente reorganizada.

 

Le siguen Baqueira Beret con 17,6 millones destinados al nuevo telesilla TSD Dossau y a tres nuevas pistas como son Montgarri y Passada d’Auba, en Beret y Tortuga 2, en Baqueira.

 

El tercer puesto (aunque no figure en la información de Atudem) se sitúa Valgrande-Pajares, com 5,8 millones para el nuevo telecabina Cuitu Negru, a los que hay que sumar la retirada de viejos remontes y la recolocación y acortamiento del telesilla Brañillín.

 

Por detrás se sitúan dos estaciones del grupo Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), La Molina con 5,5 millones y Boí Taüll, con 4,3 millones.

 

En el complejo de la Cerdanya, gran parte de la partida presupuestaria se ha destinado al reacondicionamiento de la pista Barcelona, innivada en su totalidad con 70 nuevos cañones y preparada para poder acoger pruebas de velocidad del más alto nivel. Mientras, en Boí Taüll se han estrenado dos nuevas pistas: Regalèssia y Carreretes.

 

Las inversiones que se han realizado en los últimos años en las estaciones de Atudem han permitido mantener 607 puestos de trabajo fijo y crear otros 2.219 estacionales durante la temporada 2021-2022.

 

Y es que las estaciones de esquí siguen siendo un importantísimo motor económico para los pueblos y regiones donde están asentadas.

 

Como ejemplo, el volumen de visitantes que atraen a las comarcas de montaña: 5,8 millones la temporada 2021-2022 según Atudem, una de las mejores de la historia, sólo a 15.000 personas del récord conseguido en la temporada 2017-2018.

 

El reto de la Asociación turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem) es que la temporada actual sea, como mínimo, tan favorable como la del 2021-2022. Las inversiones, sin duda, ayudarán a ello, falta por ver –climatología al margen- como se repercute el aumento de precio de energía en las estaciones y la inflación en el bolsillo de los esquiadores.