Este fin de semana, ha sido una oportunidad especial para el monarca para reunirse con amigos y desconectar del ajetreo diario.

 

 

Con medidas de seguridad reforzadas, Felipe se unió a otros esquiadores en las pistas de Formigal. Equipado con todo lo necesario, incluyendo su discreto atuendo en tonos oscuros, el Rey disfrutó al máximo de las excelentes condiciones de nieve que ofrecía la estación este fin de semana, considerado el mejor de la temporada.

 

Aunque la ausencia de la Reina Letizia es notable, no es inusual en estos planes de esquí, ya que su interés por este deporte es limitado. La última vez que se vio a la Reina en las pistas fue en 2017, lo que confirma su preferencia por otras actividades.

 

 

 

Roldán, quien tuvo una estrecha relación con el Rey desde su juventud, fue una figura importante en el mundo del esquí, siendo profesor de Juan Carlos I y director de la estación de Candanchú.

 

A pesar de la ausencia de la Reina Letizia, la familia real española está inmersa en actividades deportivas este fin de semana. Mientras el Rey Felipe VI conquista las montañas de Formigal, su padre, el Rey Juan Carlos, compite en regatas en Sanxenxo, con la infanta Elena como compañera de aventuras en el mar.