Lento, pero seguro y a pesar de cierta oposición, sigue avanzando el proyecto de construcción de un telecabina para unir las estaciones de esquí de los valles del Aragón y de Tena o, lo que es lo mismo, las pistas de Astún y Formigal.

 

Poco a poco se van conociendo quien es quien en todo el proceso, cómo se financiará la obra y quien la explotara, ya que por su envergadura y coste están involucradas varias instituciones.

 

 

La Diputación Provincial de Huesca será la institución encargada de construir la telecabina de 8 kilómetros y una vez acabada la obra transferirá la titularidad al Gobierno de Aragón para que este saque a concurso su explotación.

 

 

Los fondos europeos suponen el 77% del coste calculado, pero quedarían 8 millones más por pagar.

 

El Gobierno de Aragón financiará los 8 millones de euros que se calcula que faltan para conectar las pistas de Astún y Formigal. El proyecto ha recibido una ayuda europea de 26 millones de euros, pero el presupuesto total rondaría los 34 millones.

 

De hecho, ha sido la institución provincial la que presentó la solicitud de ayuda de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos, financiada con fondos Next Generation, para conseguir estos 26 millones, de acuerdo con los ayuntamientos de Jaca, Sallent de Gállego y Canfranc.

 

En el caso de que durante la construcción del telecabina se produzca un sobrecoste, el incremento se asumirá al 50%.

 

 

La Diputación de Huesca será la encargada de impulsar la licitación del telecabina, y de hecho ya está preparando el expediente de contratación. Según fuentes de la institución, se recurrirá a una empresa asesora para realizar el pliego, dada su complejidad, y también a una consultora encargada del seguimiento técnico de las obras.

 

El grupo Aramón y Formigal S. A., redactor del proyecto básico que sirvió para solicitar la subvención europea, también asesorará a la Diputación.

 

 

El grupo Aramón será el responsable de impulsar la tramitación del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA), un requisito necesario antes de poder sacar a licitación la obra, y el estudio para la Declaración de Impacto Ambiental.

 

 

Sin fecha exacta para su comienzo, se calcula que el telecabina tardará en construirse 36 meses y la financiación europea exige que esté acabado a finales del 2025, por lo que se debe suponer que la obra debe empezar esta misma primavera.

 

 

El proyecto prevé un telecabina con 116 cabinas de 10 plazas cada una. Habrá dos estaciones motrices de salida y llegada en Astún y Formigal y otra de reenvío a medio camino en Canal Roya.

 

El cable, de 8.800 m, irá siguiendo el terreno montañoso para reducir su impacto ambiental.

 

Todos estos elementos tendrán un coste de 30 millones de euros. Y el resto del presupuesto se destina a protección de avalanchas, herramientas de monitorización digital, soterramiento de líneas o restitución paisajística.

 

 

El telecabina entre Astún y Formigal dará continuidad al proyecto de conexión entre la primera estación y Candanchú, también financiado por Europa, con cargo a la convocatoria del 2021. El coste estimado de este asciende a 20 millones, 8 de los cuales garantiza la UE.

 

La unión posterior con Formigal sumaría los 100 kilómetros de las pistas del valle del Aragón a los 182 km del valle de Tena.

 

Según Aramón, estos casi 300 kilómetros colocarían al Pirineo aragonés en el puesto número 11 del ranking de las estaciones más grandes del mundo.