No llegan buenas noticias de Puigmal 2.900 para este invierno y eso que el verano no ha ido mal y este fin de semana le ha puesto el colofón con el Trail del Puigmal, en el que han participado más de 300 corredores de montaña.

 

Pero en verano no son necesarios los remontes mecánicos, ni las máquinas pisapistas, ni los pisteros, ni apenas suministro eléctrico, aspectos todos ellos que condicionan la subsistencia económica de la estación francesa de los Pirineos Orientales, sólo dos años después de su reapertura.

 

 

Para aprovechar al máximo las pistas al aire libre, un grupo de seis entusiastas de Puigmal logró la reapertura de un restaurante y la instalación de un food truck al pie del telesilla.

 

Este esfuerzo no solo proporcionó comodidades a los visitantes, sino que también creó hasta 19 puestos de trabajo estacionales en el punto álgido de la temporada pasada. 

 

Además, atrajo a amantes a la montaña en verano gracias a la oferta de actividades organizadas y un lugar de restauración.

 

 

 

Los promotores de Puigmal sienten ahora que su iniciativa no ha recibido el respaldo necesario, a pesar de sus logros. 

 

 

Los pioneros de Puigmal destacan la falta de respuesta por parte del Trío Pyrénées, un grupo que reúne a tres estaciones catalanas (Porte-Puymorens, Formiguères y Cambre d'Aze), y que recibe financiamiento en gran parte del consejo departamental de los Pirineos Orientales. 

 

 

Para financiar su proyecto de recuperación, los nuevos actores del sector montañoso transfronterizo buscaron inversiones siguiendo el modelo de pasión de los clubes de fútbol españoles.

 

 

Estos apasionados socios están dispuestos a perder sus inversiones si los remontes pueden volver a funcionar este invierno y ofrecer servicios de freeride en la zona. 

 

Sin embargo, la capacidad de maniobra de los líderes parece limitada en la actualidad.