Ahora, lo que pasa es que se vive una situación especial, en que las pistas están cerradas, pero se sigue trabajando en ellas para poder abrir -en principio a partir del 2 de enero- y la temporada de nieve no es que haya finalizado, es que ni tan siquiera ha empezado.

 

Y en esta situación, se ha detectado una acumulación de motos, a menudo dentro mismo de las pistas, que ha generado polémica, tensión y varias llamadas a la policía para que fuera a poner orden, sin que se haya llegado a ninguna solución.

 

 

El Diari d’Andorra y L’Altaveu dan fe de decenas de vehículos con remolques que llenan el aparcamiento Encampadana de Grau Roig y también sus inmediaciones y zonas cercanas.

 

Las motos, con autorización o sin -hay tanto particulares como empresas que viven de explotar esta atracción- circulan arriba y abajo y han provocado las quejas de los equipos de esquí que se entrenan en las pistas, esquiadores de travesía y montañeros.

 

Los responsables del Club Moto-Nieve de Andorra niegan que pongan en peligro los entrenamientos de los clubes de esquí en las pistas con las motos de nieve, tal como han asegurado alguno de los clubes del país.

 

De hecho, el Esquí Club Pas de la Casa-Grau Roig envió un comunicado a los padres de los esquiadores asegurando que se cancelaban los entrenamientos debido a la presencia de las motos de nieve en las pistas que había reservadas para las sesiones preparatorias porque ponían en peligro a los esquiadores.

 

 

Desde el Club Moto-Neu de Andorra niegan a los medios andorranos este extremo y aseguran que no ha habido ningún problema desde que se han retomado los entrenamientos en Grau Roig, pero lo cierto es que ha tenido que hacer un llamamiento a sus asociados y los amantes de la práctica del motorismo sobre nieve a velar por un comportamiento debido y no pasar por las pistas.

 

Ya han salido voces que reclaman limitar la circulación de motos de nieve en circuitos específicos para estos widgets, ya que consideran provocan “molestias evidentes: ruidos, humos y actitudes irresponsables. Es inaceptable que vengan de fuera porque ni en Francia ni en España los dejan circular libremente como aquí”.