Las pistas de esquí artificiales, ya sea con nieve real o con plásticos sintéticos, ganan terreno en Europa. La última que ha abierto sus puertas ha sido en la estación serbia de Kopaonik, la más grande del país.

Se trata de una pista de Neveplast, un producto que está hecho de cerdas sintéticas diseñadas para parecerse a una superficie similar a la nieve preparada. El nuevo trazado de Kopaonik tiene una longitud de 800 metros, el más largo de este tipo en Europa y un desnivel de 116 metros.

Cuenta con su propio telesilla de cuatro plazas y permitirá al complejo serbio, que ahora ya ha dado por finalizada la temporada de nieve natural, mantener abierto los 365 días del año para la práctica del esquí.

Kopaonik se encuentra en el sureste de Serbia, cerca de la frontera con la República de Kosovo, en la cordillera del mismo nombre. Con 55 km de pistas y 23 remontes mecánicos, la zona de esquí de Kopaonik tiene su cota más alta en la montaña Pančićev a 2.017 m, y su base a 1.057 m.

En los últimos años ha habido un aumento de las pistas interiores y artificiales en todo el mundo. El verano pasado, menos de un año después de abrir la estación de esquí cubierta más grande del mundo en Harbin (China), se puso en marcha una pista de esquí seco de última generación en la ciudad de Qingzhou.

“Neveplast nació con la intención de dar a todos la posibilidad de esquiar durante todo el año, cerca de los centros urbanos y a un costo muy bajo. Las pistas de Neveplast en ciudades y en la montaña se consideran gimnasios para esquiadores donde los principiantes pueden aprender a esquiar y practicar snowboard, los entusiastas pueden practicar su disciplina preferida y los atletas de competición pueden entrenar exactamente como lo hacen en la nieve natural",  se puede el sitio web del fabricante italiano.

Neveplast también ha sido la encargada de la apertura de una pista de esquí nórdico en Polonia y una pista en  el techo de una central eléctrica en Copenhague, que se abrirá al público este verano.

Varias estaciones de esquí han hecho planes de contingencia para protegerse contra el entorno cambiante y están tomando medidas para convertirse en destinos de esquí para todo el año.

Tignes, uno de los complejos invernales más famosos de Europa, planea construir una pista cubierta de nieve a 2.000 m y en Escocia, Cairngorm construyó una pendiente artificial de varios millones de libras , que ahora sigue siendo la única pista en funcionamiento del país.