Perros de rescate: héroes sobre la nieve

Perros de rescate: héroes sobre la nieve

En cada ladrido y cada salto sobre la nieve, estos perros representan la esperanza de un rescate rápido y efectivo.

Dom, 10/11/2024 - 08:00
Cómo el entrenamiento, el olfato y la agilidad convierten a los perros de avalancha en los salvadores de la montaña.
En el bullicio de las pistas de esquí, hay algo que nunca pasa desapercibido: la estampa de perros saltando alegremente entre la nieve, vistiendo sus icónicos chalecos rojos con la cruz blanca de rescate.
 
No obstante, tras esa imagen amigable y simpática, estos animales esconden una misión que va más allá del disfrute: salvar vidas en condiciones extremas.
 
Los perros de rescate en avalanchas, junto con sus compañeros humanos, son indispensables en la seguridad de los practicantes de deportes de invierno y en la protección de quienes se aventuran fuera de los límites de las estaciones.
 
La importancia del rescate en nieve
 
En las estaciones de esquí del oeste de Estados Unidos, y en especial en Utah, la organización sin fines de lucro Wasatch Backcountry Rescue (WBR) lidera la capacitación y certificación de perros de avalancha.
 
“Son fundamentales en la búsqueda de esquiadores enterrados fuera de los límites del complejo o en zonas de travesía”, señala Andy Van Houten, presidente de WBR.
 
Y es que en situaciones de emergencia, la velocidad con la que un perro de rescate puede detectar a alguien atrapado bajo la nieve puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
 
La mayoría de las intervenciones en las que participan los perros son, desafortunadamente, misiones de recuperación de cuerpos.
 
Mientras que las estaciones de esquí invierten en medidas de prevención y control de avalanchas, los practicantes de deportes en la naturaleza se enfrentan a un riesgo mayor, ya que en la travesía los movimientos de la nieve son menos controlables y las avalanchas son más probables.
 
Por ello, un equipo de rescate debe desplazarse rápidamente a zonas aisladas, normalmente en helicóptero, y comenzar la búsqueda en una extensión de nieve que puede ser muy amplia.
 
El poder del olfato: entrenamiento y habilidad
 
Los perros comienzan su preparación desde cachorros, cuando apenas alcanzan los 49 días de vida. Desde ese momento, el cuidador, que asume la responsabilidad de entrenarlos y cuidarlos, introduce al animal en el entorno que será su “lugar de trabajo” durante su carrera: un complejo turístico en el que convivirán con esquiadores, sonidos fuertes, telesillas y explosivos de mitigación de avalanchas.
 
La aclimatación es crucial, ya que el perro debe estar cómodo con estas actividades diarias para no asustarse y poder concentrarse en la misión de búsqueda.
 
El método de entrenamiento se basa en el juego, aprovechando el instinto de estos animales para buscar y rastrear.
 
Van Houten explica que el primer paso es el “juego de escondite”, donde el entrenador se oculta y el perro debe encontrarlo. La recompensa es un juego de tira y afloja, que el cachorro disfruta y asocia con su hallazgo.
 
Con el tiempo, este ejercicio se vuelve más complejo: el cuidador se esconde en lugares más lejanos o enterrado bajo la nieve. Así, el cachorro se habitúa a buscar cada vez con más precisión y eficacia.
 
Una de las mayores ventajas de estos perros es su olfato. Los humanos desprendemos lo que se conoce como “balsas cutáneas”, una emanación olfativa de células de la piel que los perros pueden detectar a pesar de la nieve.
 
Estos fragmentos son más ligeros que el aire y se filtran hasta la superficie de la nieve, formando un “charco” de olor que los perros reconocen y rastrean.
 
Gracias a su impresionante sentido del olfato, estos animales encuentran el centro del rastro olfativo, que suele estar justo sobre el lugar donde yace una persona atrapada.
 
Velocidad y agilidad sobre la nieve
 
No solo el olfato hace de estos animales grandes rescatadores; su agilidad en la nieve es igualmente importante.
 
Mientras que los humanos luchan por moverse en la nieve profunda, incluso con raquetas, los perros pueden correr, saltar y moverse con una facilidad asombrosa, ya que sus cuerpos están preparados para desplazarse por este terreno inhóspito.
 
Al poder moverse tan rápidamente, los perros de rescate reducen drásticamente el tiempo necesario para encontrar a las personas en peligro, una ventaja crítica en emergencias de avalancha.
 
 
Una herramienta esencial de rescate
 
A diferencia de los equipos de rescate humanos, que necesitan equipamiento especializado y pueden ser lentos en condiciones adversas, los perros de avalancha son la herramienta de rescate más eficaz para los casos en los que una baliza o equipo de detección electrónica no está disponible.
 
Aunque los perros de rescate ofrecen una capa adicional de seguridad, es fundamental que los esquiadores lleven consigo equipos de localización como una baliza, una sonda y una pala, además de conocer técnicas de rescate en avalancha.
 
 
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