La montaña siempre es una excelente opción para el ocio, la salud y el deporte en cualquier época del año pero no nos podemos confiar, son muchos los accidentes que ocurren en ellas y que en numerosos casos son por imprudencias o simplemente despistes. 

 

Sin ir más lejos, esta pasada semana, solo en la Cordillera Cantábrica y en concreto en los Picos de Europa ha habido nueve evacuaciones por parte de los equipos de rescate, dos de ellas con resultado de muerte. La primera sucedía a un vizcaíno de 46 años que se despeñó en la canal de Reñinuevo, en la ruta de Urdón a Tresviso, justo entre Cantabria y Asturias. 

 

 

En este rescate intervinieron el helicóptero del SEPA (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias) y dos agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (GREIM) con base en Cangas de Onís aunque nada pudieron hacer por salvar su vida. 

 

Otro senderista de moría también en la montaña asturiana, un hombre de 68 años natural de Mieres y vecino de Madrid, movilizaba de nuevo el Helicóptero del SEPA y a las unidades de rescate de la Guardia Civil, esta vez con el grupo de unidades caninas de salvamento para encontrar al excursionista que permanecía perdido desde el día anterior. Finalmente, y tras un gran dispositivo de búsqueda, era también hallado muerto. 

 

La cosa no acababa ahí, aunque esta vez con resultados de menor gravedad. Tres accidentados recibían socorro en la cara norte del Pico Urriellu, también conocido como Naranjo de Bulnes, en plenos Picos de Europa asturianos. 

 

 

Las buenas temperaturas lógicas de la temporada veraniega provocan la afluencia masiva de visitantes a las montañas de la Cornisa Cantábrica y el riego de accidentes se multiplica, sobre todo durante los fines de semana momento en el que también los servicios de salvamento en montaña recibían el aviso del guarda del Refugio del Urriellu a 2200 m de altitud en el que indicaba que una persona había resultado herida en un tobillo cuando se encontraba rapelando la cara sur del pico del mismo nombre y que fue posteriormente evacuado hasta el Hospital Universitario Central de Asturias.

 

Esta ha sido la novena la semana pasada, sin tener en cuenta aún, las posibles que hayan podido ocurrir el sábado 27 y domingo 28, momento en el que escribimos la crónica. Esperemos que hayan sido las mínimas y ninguna de gravedad.

 

Este solo ha sido un ejemplo de lo ocurrido la pasada semana en las montañas españolas, por desgracia con dos resultados mortales, por lo que no está de más recordar que hay que ser prudentes, llevar material adecuado y ajustar el ejercicio físico a nuestras fuerzas. Es muy importante también estar bien hidratado y protegerse del calor y las radiaciones solares.