Las últimas nevadas en el Pirineo (catalán, aragonés, francés y andorrano), junto con el descenso de las temperaturas, acercan el inicio de la temporada de esquí a este fin de semana, pero siguen habiendo algunas incógnitas.

 

Los espesores acumulados hasta este martes van desde los 40 centímetros de Ordino Arcalís y Arinsal (Andorra) o Porté Puymorens (Francia), pasando por los 20 de Astún, los 15 de Candanchú o los 10 de Aramón Formigal, Baqueira Beret, Port Ainé y Espot.

 

 

También se ha acumulado nieve de la parte más oriental del Pirineo, como La Molina y Masella, con otros diez cetímetros en cada una de ellas o Vallter, con 5 cm.

 

En aquellas estaciones que han conseguido una base de nieve suficiente, la principal dificultad gira en torno a la producción de nieve artificial, imprescindible para dejar las pistas a punto, y es que con el aumento de los costes energéticos, hay que calcular muy bien las horas de cañón para que sean útiles.

 

 

Sin embargo, pese a la llegada del frío, la mayoría de estaciones del Pirineo aún no se han atrevido a poner una fecha de apertura y se espera que la confirmen en las próximas horas.

 

Las estaciones que tenían previsto en su calendario estrenar la temporada de esquí este fin de semana (entre el viernes y el sábado) son Baqueira Beret, Masella (aunque no ha fijado un día en concreto), Ordino Arcalís (aunque oficialmente figura el 2 de diciembre), Porté Puymorens, Formiguères, Cambre d’Aze, Cauterets (está es la única que ya ha anunciado oficialmente que abre como mínimo un remonte), o tres de las cinco del grupo Aramón (Formigal, Panticosa y Cerler).

 

 

El objetivo principal, como cada año, es abrir por el puente de la Purísima.

 

Mientras, a la espera de la evolución de las temperaturas y precipitaciones en las próximas horas que determinen si se puede avanzar o no la temporada, lo mejor es hacernos una idea con estas imágenes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gandvalira