Un barranquista falleció el viernes por la tarde en el término municipal de Bárcabo. Se trata de un ciudadano francés de 38 años que cayó desde una altura de 25 metros por causas desconocidas mientras practicaba rápel en el barranco Portiacha, en la Sierra de Guara. El hombre todavía estaba con vida cuando llegaron los equipos de rescate, que intentaron reanimarlo sin éxito.

 

El accidente ocurrió sobre las 17.40 del viernes. A esa hora se recibió un aviso en la central 062 de la Guardia Civil de Huesca, a través del 112 Aragón, alertando de que un barranquista francés se había caído en el primer rapel del barranco Portiacha, en término municipal de Bárcabo, y que, aunque estaba inconsciente, respiraba, según fuentes de la Oficina de Comuncación (OPC) de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca.

 

 

Hasta el lugar se dirigieron la Unidad Aérea de la Benemérita, el Ereim y un médico del 061. El helicóptero aterrizó en el aparcamiento del mirador del Río Vero, muy cercano al inicio del barranco, y enseguida se dio aviso para que se incorporarse al rescate la aeronave medicalizada del 112 debido a la gravedad de las lesiones que sufría el barranquista. 

 

Un especialista de montaña y médico del 061 bajaron rapelando hasta el herido ante la urgencia y el riesgo de la situación en la que podía encontrarse.

 

El accidentado no respondía a ningún estímulo por lo que la médica le suministró oxígeno y realizó la reanimación cardiopulmonar con el desfibrilador. Rápidamente le colocaron en la camilla y fue evacuado mediante la grúa del helicóptero hasta el aparcamiento, donde ya se encontraba el aparato medicalizado del 112. Allí, el equipo médico realizó maniobras para salvarle la vida, pero el intento resultó infructuoso y certificaron el fallecimiento. El cuerpo del barranquista fue trasladado hasta el Hospital Provincial de Huesca, a la espera de la autopsia. 

 

Al parecer, los barranquistas se encontraban realizando el recorrido del barranco Portiacha cuando el fallecido, por causas desconocidas, se cayó en un rapel volado de más de 25 metros de altura y se produjo lesiones que acabaron con su vida.

 

Esta muerte se suma a los seis fallecidos en la época invernal en el Pirineo aragonés, según el balance de la Guardia Civil de Montaña. Entre el 1 de noviembre de 2017 y el 30 de abril de 2018, realizaron 64 operaciones de socorro, con 91 rescatados, seis fallecidos, 41 heridos y 44 ilesos.

 

Las actividades que propiciaron más rescates fueron el esquí (23%), el senderismo (18%) y caminar por terreno abrupto (12%).