Una de las mejores sensaciones del mundo es la de velocidad que nos proporcionan nuestros esquís recién encerados en la primera bajada del día con la pista desierta. Puede generar una serie de emociones, que incluyen emoción, libertad e incluso una pizca de miedo. Pero un pensamiento que probablemente no se te pase por la cabeza es tener un sentimiento de culpa. Y nos preguntamos ¿culpa, por qué?

 

 

La cera que la mayoría de los fabricantes producen para esquís se crea con petróleo y fluorocarbonos, los cuales están actualmente bajo cambios regulatorios en los EE. UU. y en la Unión Europea debido a su impacto ambiental negativo.

 

Mientras esquías, la cera se va desprendiendo de las suelas de tus esquís y penetra en la nieve. Cuando la nieve se derrite, la composición a base de petróleo y fluotocarbonatos fluye hacia arroyos, ríos y embalses, acumulándose en su mayoría en niveles no medidos tanto en los ecosistemas como en el agua potable.

 

Durante la temporada 2017-2018, "se introdujeron alrededor de 2 millones y medio de libras de cera de esquí en el manto de nieve de los Estados Unidos", dice el fundador de mountainFLOW, Peter Arlein. La cantidad llamó la atención de la EPA, que comenzó a auditar la industria de la cera de esquí en 2018 cuando los fluorocarbonos comenzaron a etiquetarse como cancerígenos.

 

 

mountainFLOW, que ya lanzó un aerosol para reducir la acumulación de nieve en la parte superior de los esquís bajo la marca Snow Shed en 2016, está promocionando una cera de esquí 100% vegetal en formato Kickstarter este mes.

 

La línea de productos, que consta de múltiples tipos de cera para diferentes temperaturas de nieve y una cera universal para frotar, están hechas de una mezcla patentada de plantas y ni una sola gota de petróleo. La cera incluso viene en envases biodegradables.

 

La temporada pasada, la reconocida revista SKI Magazine recibió muestras de cera caliente tanto para frotar como para todas las temperaturas, y comentaban de esta manera sus impresiones, "podemos dar fe de que el rendimiento en la nieve fue igual a la mayoría de otros productos de cera de uso recreativo disponibles en el mercado. La aplicación de la cera para frotar es muy simple y destacó su duración en la nieve húmeda en la estación canadiense de Whistler Blackcomb".

 

 

Destacaron también, "la cera es tan fácil de aplicar como cualquier otra cera, pero una cosa que fue especialmente notable y apreciada fue que el proceso de aplicación se sintió mucho más limpio y no produjo los mismos matices químicos (es decir, el olor). No se hizo ninguna prueba de calidad del aire, pero ciertamente se notó más limpio cuando la cera se derretía en la plancha y caía sobre las suelas de los esquís".

 

Durante este mes de septiembre, mountainFLOW está ejecutando una campaña de Kickstarter para ayudar a financiar la primera producción completa de esta cera de esquí hecha en Estados Unidos, y la campaña incluye algunos descuentos importantes. Si está listo para rellenar tu stock de cera y quieres probar un producto que no es tan perjudicial para el medio ambiente y ayudar a su lanzamiento, puedes pinchar aquí.