Mikaela Shiffrin es una de las esquiadoras alpinas más célebres del momento.

 

Shiffrin superó el récord del gran sueco Ingemar Stenmark con una victoria número 87 en la Copa del Mundo el mes pasado y luego amplió sus triunfos a 88 para grabar su nombre en el panteón de los grandes del deporte.

 

La campeona de slalom más joven en la historia del esquí alpino olímpico finalmente ha hecho saber a sus seguidores cuál es el próximo objetivo que se ha propuesto.

 

 

Especialista en slalom, después de haber ganado 53 de sus oros en la Copa del Mundo en esta disciplina por solo tres victorias en el descenso, la esquiadora de 28 años quiere ampliar su repertorio de triunfos.

 

 

“Siento que hay un par de elementos clave que me han faltado y los tengo un poco más en Super-G. Me siento bastante cómoda en slalom gigante, slalom y super-G, pero el descenso es un mundo que he explorado poco”.

 

La siete veces medallista de oro mundial fue nombrada entre las 100 figuras más influyentes de la revista Time este año, con la comunidad de esquí depositando sus esperanzas en ella para elevar el deporte en los Estados Unidos, que va a la zaga de las potencias europeas en términos de aficionados y participación.

 

“Probablemente, una de las cosas más difíciles de hacer en los EE. UU., específicamente, es aprovechar todo el talento que existe”, dijo Shiffrin.

 

 

Precisamente para empezar a familiarizarse con su nuevo reto, Mikaela Shiffrin y Sofia Goggia -oro olimpico y especialista en descenso- estuvieron la semana pasada en Noruega entrenando esta prueba. Atomic había invitado a ambas corredoras a un entrenamiento de velocidad en la pista de descenso Olympiabakken en Kvitfjell.

 

Shiffrin se ha puesto en manos de su nueva entrenadora en jefe Karin Harjo, ex entrenadora nacional femenina de Alpine Canadá, que ha revolucionado la forma de trabajar de Mikaela.