Más de medio siglo de la primera pista de esquí de Europa junto al mar
La pista de Dieppe, en pleno funcionamiento en la década de los sesenta.
Sáb, 04/09/2021 - 16:56
Con 7.000 metros cuadrados, Dieppe contaba con una pista de esquí artificial, una pista de trineo y un remonte en el acantilado de la Côte aux Herons, en Francia.
El 20 de abril de 1967, en plena primavera francesa y a tan sólo un año de la Revolución de mayo del 68, los campeones olímpicos de esquí estrenaban la primera pista de esquí artificial de Europa.
En el golfo de Dieppe, en la cima del acantilado de la Côte aux Herons y bajo la mirada del entonces ministro de Juventud y Deportes, François Missoffe; el triple campeón olímpico de esquí alpino en Grenoble, Jean-Claude Killy, Guy Périllat, Georges Mauduit o Jules Melquiond, se lanzaban pendiente abajo por una superficie sintética de plástico blanco y nido de abeja.
Charles Dubost, director general del Casino de Dieppe, deseaba ofrecer a sus clientes una nueva actividad: ¡esquiar frente al mar!
Seducido por un invento firmado por el ingeniero francés Jacques Sée que había visto en Turín, desarrolló con su hermano, en noviembre de 1966, un proyecto al que no le faltaba ambición.
Unos meses más tarde se instalaba una pista de esquí artificial -con 175 m de largo y 30 a 80 m de ancho-, una pista de trineo y un remonte en el acantilado de la Côte aux Herons, frente al hotel du Golf.
En total, 7.000 metros cuadrados para practicar deportes de invierno en pleno verano. Los europeos habían descubierto que se podía esquiar sin nieve.
En ese momento, recortes de prensa lo convirtieron en un verdadero evento. “A las 4 de la tarde, en presencia del público, los equipos franceses harán una exhibición en la pista”, reza un antiguo artículo de Le Monde. “Los campeones del mundo partieron hacia el mar al final de la pista de 350 metros, la más larga del mundo en su tipo”.
A 50 francos por metro cuadrado, contra 140 francos para los procesos que ya se usaban en Japón y 500 francos para las alfombras que se utilizaban en los Estados Unidos, la pista de Dieppe generó gran interés en todo el mundo.
“El ingeniero, que tuvo en cuenta los consejos de los esquiadores y el director del equipo francés, Sr. Honoré Bonnet, para obtener un suelo que recrea las condiciones de la nieve, espera que el mercado estadounidense, esté interesado en su proceso”, escribió en su momento el periodista de Le Monde.
Algunos Dieppois todavía tienen recuerdos de esta instalación inusual. En la página de Facebook de Dieppe76 podemos encontrar comentarios nostálgicos: “Yo lo conocía, el único problema era que era difícil parar, de hecho, solo era un piso de plástico. Tenías que ser muy buenos esquiadores ... Incluso Jean-Claude Killy se cayó ... Qué buenos recuerdos ...”.
Sin embargo, las celdas de poliestireno conectadas por peines garantizaban fuertes quemaduras en caso de caída, por lo que la instalación se abandonó rápidamente. Hoy en día, los caminantes aún pueden recoger los restos de la pista que caen al mar.
Pero los residentes más viejos de Dieppe todavía recuerdan poder esquiar ... Frente al mar.
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