Luces y sombras una semana después del accidente del telesilla de Astún

Luces y sombras una semana después del accidente del telesilla de Astún

En España, aunque la legislación es estricta y los controles son frecuentes, el incidente de Astún pone de manifiesto la importancia de la revisión y modernización constante de estas instalaciones.

Lun, 27/01/2025 - 08:35
El sistema de seguridad claramente evitó un desastre mayor, pero las investigaciones avanzan con lentitud para esclarecer las causas del incidente que dejó varios heridos.
Hace una semana, el telesilla Canal Roya de la estación de esquí de Astún sufrió un accidente que mantuvo en vilo a esquiadores y autoridades del Pirineo aragonés.
 
Alrededor de las 11:30 del sábado 18 de enero, el remonte descarriló mientras transportaba a cerca de un centenar de personas, provocando que algunos pasajeros cayeran al suelo y otros quedaran colgados de sus sillas durante horas.
 
Afortunadamente, a pesar de la espectacularidad del accidente, no hubo víctimas mortales. Sin embargo, se registraron decenas de heridos de diversa gravedad, cuyas lesiones más graves evolucionan favorablemente.
 
Instantes después del suceso
 
Desde entonces, tres líneas de investigación trabajan para esclarecer qué provocó que la polea del volante de reenvío se desprendiera del eje, lo que llevó al desenganche del cable y la consecuente distensión de la línea.
 
La estación, el Gobierno de Aragón y la Guardia Civil han intensificado los análisis, aunque todavía no han logrado determinar la causa exacta.
 
Según explicó Andrés Pita, subdirector general de Astún, el sistema de seguridad del telesilla Canal Roya funcionó correctamente y evitó consecuencias más graves.
 
“En 26 años no he tenido nunca conocimiento de que pasara algo así. Es un hecho insólito”, aseguró. El remonte había superado las revisiones ordinarias en 2024 y una inspección extraordinaria en 2021, cumpliendo con la normativa aragonesa, reconocida por su elevado nivel de exigencia.
 
La polea afectada, capaz de soportar más de 60 toneladas de tensión, cayó sin que el eje principal mostrara signos de rotura, lo que ha generado desconcierto entre los investigadores.
 
"Es muy extraño que esto ocurra. Una razón debe haber, pero hay que ser prudentes y dejar trabajar a los técnicos", añadió Pita.
 
La estación de Astún analiza los registros técnicos y de mantenimiento para identificar posibles fallos en la infraestructura o el diseño del remonte. El Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Transportes, investiga si se cumplían todos los protocolos de seguridad y mantenimiento establecidos.
 
Volante de reenvio
 
La Guardia Civil y la Policía Judicial han acordonado la zona afectada y trabajan con peritos especializados para esclarecer las causas desde un punto de vista forense.
 
Tras el accidente, los protocolos de evacuación se activaron de inmediato, logrando rescatar a todos los pasajeros en menos de tres horas.
 
Equipos de bomberos, ambulancias, helicópteros sanitarios y psicólogos acudieron al lugar para atender a los heridos y evacuar la estación antes de que cayera la noche, un momento crítico debido a las bajas temperaturas.
 
Pese al accidente, la estación de Astún reabrió sus puertas al día siguiente y ha continuado funcionando con normalidad.
 
El accidente de Astún ha puesto de nuevo en el foco la seguridad de los remontes mecánicos en las estaciones de esquí.
 
Expertos en transporte por cable señalan que sistemas similares en otras estaciones, como en Francia, cuentan con elementos adicionales como poleas enjauladas y frenos de paracaídas que reducen el riesgo de este tipo de accidentes.
 
 
 
Más info:
 
 

Los detalles técnicos del telesilla Canal Roya accidentado en Astún

 
 
 
 
 
 
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