¿Es o no es competencia la venta online de material de esquí para las tiendas? Esa es la cuestión. Y la respuesta es distinta según a quién preguntes y según avanzan los tiempos. Si cuando surgió Internet se percibían las ventas a través de la Red como residuales y más tarde pasaron a ser una verdadera competencia, ahora parece que se vuelve al principio y que inquieta menos al comercio detallista.

 

 

La especificidad del material de nieve (botas, fijaciones, esquís y snowboards), el ajuste de márgenes por parte de las tiendas tradicionales, los consejos de los vendedores expertos, la posibilidad de tocar y probar, la mejoría de las economías familiares y las malas experiencias en las ventas por internet han devuelto en parte a los clientes a las tiendas físicas.

 

 

La información la podemos leer a fondo en la web de noticias deportivas CMD Sport en dónde responsables de comercios especialistas en el deporte de la nieve de España, como el propietario de El Món Adventure, Robert Fernández, sostienen que “con la bota la gente no se atreve porque quiere probar y tocar y con los esquís, o sabes mucho o te la juegas”. También Patrick Besson, propietario de Patrick Sport, aprecia que las ventas de material de esquí a través de Internet “se están replegando. El cliente ha entendido que si quiere un buen servicio tiene que acudir a la tienda física”. Y Álvaro Lozano, copropietario de Ski Market, concluye “la cuestión es ofrecer un producto de calidad con un servicio adicional, somos prescriptores y el usuario confía en nosotros”. 

La mayoría de las tiendas se han puesto las pilas para hacer frente a la competencia online y el cliente ha entendido que no siempre Internet es más barato. A este cambio de tendencia han contribuido medidas "de presión" como advertir a las marcas que si venden más barato a los operadores online sus productos no estarán en las tiendas físicas, cobrar la mano de obra del taller de reparaciones y ajustes para aquellos productos adquiridos por Internet o cobrar por probarse las botas si no se adquieren.

 

Otras "opciones" para las tiendas físicas son la recompra del material usado al cliente que adquiera material nuevo, o crear una web online, algo necesario, pero caro si queremos disponer de un motor de gestión y venta potente.

 

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