En un principio, todo estaba listo para llevar a cabo este trámite en julio, pero finalmente no se pudo hacer por motivos de agenda, ya que era necesario reunir tanto al Comité Olímpico Español (COE) como a las tres administraciones implicadas en su organización: la Generalitat, el gobierno español y el de Aragón.

 

De julio se trasladó a septiembre y de allí se ha quedado sin fecha en el calendario. De hecho, sólo falta una carta que tienen que firmar el presidente del COE Alejandro Blanco, el presidente del gobierno catalán -ahora inhabilitado-, su homólogo aragonés Javier Lambán y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez.

 

 

 

Figueras afirmó que el trabajo técnico está terminado pero que ante esta situación se ha decidido “parar máquinas”, a la espera de obtener el aval del ejecutivo del Gobierno de España al proyecto.

 

El secretario general del Deporte añadió que una vez las cuatro instituciones se pongan de acuerdo para hacer avanzar el proyecto se retomará la actividad.

 

 

Òscar Ordeig, diputado del Partit Socialista de Catalunya (PSC) pidió que el proyecto tenga en cuenta todo el Pirineo, tanto el de Aragón, como el de Andorra y Francia, además de las comarcas del Pallars. La diputada de Catalunya en Comú - Podem, Concepció Abellán, reclamó priorizar el impacto de los Juegos a medio y largo plazo, mientras que el diputado de Ciudadanos, Javier Rivas, criticó el “centralismo” de la candidatura y pidió apostar por otros territorios como Lleida. Manuel Reyes, diputado del PP, insistió en que el acontecimiento sea un ejemplo de colaboración entre administraciones.

 

Una vez firmada la carta, el siguiente paso sería la constitución de una oficina olímpica, liderada por el COE, que trabajase 24 horas con vistas a organizar los juegos olímpicos de invierno del año 2030, puliendo, mejorando y entrando ya al detalle del dossier técnico elaborado.

 

La Covid-19 ha dejado la candidatura Pirineus-Barcelona 203à en stand-by.