Era el 31 de agosto de 2008, en Chamonix (Alta Saboya), hace justo nueve años, cuando un relativamente desconocido Kilian Jornet, de sólo veinte años, atravesaba primero la línea de llegada de la Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB), la carrera de montaña más mediática del mundo. Acababa de recorrer 166 kilómetros y más de 9.000 metros de desnivel positivo en un tiempazo de 20 horas y 56 minutos, lo que significaba un récord de la carrera. Jornet impresionaba el mundo del deporte, por haber sido capaz de realizar semejante proeza con una juventud insultante. Y este viernes, después de varios años de ausencia, el corredor catalán vuelve a participar.

 

Cuando venció la UTMB por primera vez, dentro del mundillo de las carreras y del deporte de montaña ya hacía tiempo que su nombre sonaba con fuerza; de hecho, el año anterior, en 2007, ya se había proclamado campeón del mundo de carreras de montaña. Lo cierto es que su victoria en la UTMB, debido al prestigio y la repercusión que tiene, y habiéndolo hecho con una facilidad exultante catapultó la imagen de Kilian Jornet mucho más allá, a un público más amplio y generalista.

 

 

 

Era el inicio de una leyenda, apuntaba a una trayectoria de años de triunfos y dominio en la especialidad, fue el momento en el que le mundo se preguntaba hasta donde podía llegar el corredor de la Cerdanya... Ahora podemos afirmar que como mínimo hasta el Everest, cima que coronó dos veces en una semana. Aunque para él no sea su techo, sino un paso más, en un camino de superación de sus límites.

 

Jornet siguió ganando carreras y empezó con un grupo de desafíos, con el nombre de 'Kilian's Quest', que lo llevaron a volver a ganar la UTMB y batir diversos récords en otras pruebas de primer nivel.

 

 

Entonces llegó 2012, momento en el que se presentó el proyecto 'Summits of my Life', que ha concluido esta primavera con el ascenso al Everest, y en el que durante cinco años ha batido récords de ascensión a algunas de las montañas más duras del mundo, tales como el Mont Blanc, el Cervino, el Denali y el Aconcagua. Sin dejar de lado su actividad competitiva tanto en running como en esquí de montaña.

 

Kilian venció a la UTMB en 2008 y regresó en 2009. Y en 2011. Pero el año siguiente ya no fue. Y ha pasado todos estos años sin competir. Sus desafíos corrían por otros lugares y eran de una naturaleza diferente. 

 

 

 

Ahora seis años después de su último triunfo, Kilian Jornet regresa al Ultra Trail del Mont Blanc (UTMB). Con la meteorología adversa, con previsiones de nieve a partir de 1.700 metros, con viento, lluvia y con una temperatura que de noche podría descender hasta los siete grados bajo cero, la actual edición del UTMB es imprevisible

 

“Acabar el UTMB es fácil, lo difícil es ir rápido. Es importante el material, yo llevaré gore-tex de tres capas”, afirmó el atleta catalán, de 29 años, que en las últimas semanas se ha visto envuelto en un debate por la forma, la precaria vestimenta y la escasa preparación con que demasiada gente se adentra en la montaña, en el Mont Blanc en concreto. Jornet, que exhibió en las redes sociales una foto en la cima del Mont-Blanc tal como vino al mundo, no es partidario de imponer prohibiciones y apela a la educación y al sentido común.

 

Kilian Jornet protesta desnudo en la cima del Mont Blanc

 

Unos 2.000 atletas partirán este viernes a las 18 horas de Chamonix para recorrer en un tiempo máximo de 46 horas y media los 171 kilómetros que discurren por tres países (Francia, Italia y Suiza) y siete valles alpinos.

 

Los primeros se prevé que crucen la meta en un tiempo de unas 21 horas, hacia las tres de la tarde del sábado si la meteorología lo permite, pero la mayoría pasará dos noches de marcha soportando todo tipo de penurias. Jornet señaló ayer que no es partidario de diseñar planes a priori, “pues al final nunca funcionan, yo lo que hago es escuchar mi cuerpo y observar a los otros corredores para decidir qué estrategia utilizo”.