Tras un comienzo de temporada seco, lo cierto es que ahora la famosa nieve polvo nipona, conocida como “japow” luce en todo su esplendor gracias a dos sistemas de baja presión, uno en el Mar de Japón y el otro cerca de Hokkaido, que están dejando fuertes nevadas al norte del país, Hokuriku y la región central de Tokai.

 

 

Debido a la prevalencia actual de la variante Omicron, el gobierno japonés ha anunciado que la prohibición de entrada de extranjeros a Japón continuará hasta finales de febrero.

 

Esta decisión deja en un estado muy crítico la supervivencia de las estaciones de esquí, que ya estaban colgando de un hilo antes de que el Covid golpeara y eso que hace dos décadas eran el país que vendía la mayor cantidad de días de esquí del mundo.

 

 

Según las restricciones de entrada actuales, los viajeros extranjeros tienen prohibido, en principio, ingresar a Japón, independientemente del propósito del viaje o el estado de vacunación.

 

Las restricciones de entrada pueden extenderse aún más dependiendo de las tasas de infección de COVID-19 a nivel nacional e internacional. Las medidas de restricción también están sujetas a cambios y actualizaciones adicionales.

 

 

Por contra, en Francia las reservas en las estaciones de esquí se disparan tras anunciarse restricciones menos estrictas para los británicos vacunados. Podrán viajar a Francia sin periodo de aislamiento de 48 horas y con una simple PCR o prueba antígenos negativa de menos de 24 horas.

 

En Twitter el Val d' Isère, en el departamento de Saboya, celebraba con alivio la noticia, dando la bienvenida a los turistas británicos.

 

 

La noticia devuelve la sonrisa a las estaciones de esquí francesas, donde las reservas cayeron del 90% al 20% de ocupación en Navidad, con un descenso global del 8% en las reservas con respecto a 2019.