Este viernes, pone fin a su actividad el de Val d’Isère, tras casi un mes de esquí (abrió el 9 de junio) en excelentes condiciones. Este es el último día del glaciar de Pisaillas con todavía tres pistas abiertas para todos los públicos y cuatro pistas para equipos de competición.

 

La masa de nieve en Val d'Isère sobre el glaciar ha disminuido considerablemente y ha llegado la hora de poner fin al esquí de verano.

 

 

 

 

De los tres glaciares franceses, pues, a partir del lunes y durante dos semanas más, hasta el 23 de julio, el único que permanecerá abierto es la Grande Motte, en Tignes y en unas condiciones todavía bastante buenas para esquiar, con espesores que van hasta los 140 centímetros de nieve y con toda la zona de esquí veraniega abierta.

 

Allí tenemos amigos, como Juan Carlos de Viajes Olas y Nieve, que nos cuenta que se esquía muy bien hasta las 10:30-11H, luego la nieve ya está muy transformada, pero los practicantes de snowboard se lo siguen pasando de lujo.

 

 

La buena imagen de la Grande Motte este verano contrasta con la del año pasado por las mismas fechas, cuando el glaciar de la Grande Motte apenas aguantó dos semanas abierto y cerró definitivamente el 1 de julio por falta de nieve y calor.

 

El glaciar de la estación de la Saboya está copado por escuelas y clubes de formación, la mayoría españolas. Equipos nacionales de competición no se han visto estos días. El francés escogió Val d'Isère.