Este proyecto se completó en tan solo seis meses, incluyendo la desinstalación del antiguo remonte. La capacidad de la nueva instalación permite transportar a 2.400 personas por hora, logrando cubrir una distancia de 1,8 km en menos de 5 minutos.

 

(Foto: Ivan Sanz Tusell)

El nuevo remonte sigue casi el mismo trazado que el viejo (1,8 km de largo y 190 metros de desnivel), pero con la ventaja de que es mucho más rápido (hace el trayecto en 5 minutos), dispone de cabinas panorámicas de cristal (a 4 vientos desde el techo hasta el suelo), y cada cabina tiene capacidad para 10 personas. En resumen, podrá remontar hasta 2.400 personas por hora a una velocidad de 6 metros por segundo.

A pie de remonte desde la flamante terminal de salida en la cota 1.700, en el mismo centro de la población, hemos podido hablar con Jacques Álvarez, director de la estación de Font-Romeu Pyrénées 2000, quien se ha mostrado especialmente satisfecho de los datos técnicos de la nueva instalación, destacando sus prestaciones, pero también muy orgulloso de la construcción, sobre todo por el hecho de que “ha sido una obra difícil sobre el terreno que se ha podido realizar con solo seis meses”.

 

 

Y no suficiente con la nueva obra, también ha explicado que desde la dirección ya se está trabajando en las nuevas inversiones que a partir del próximo verano también deberán implementarse progresivamente, como el nuevo telesilla en Pyrénées 2000, el tobogán monorraíl y la tirolina gigante del Roc de la Calme..

 

Y si el director nos ha recibido en la terminal de salida, Maude Lletché, la directora comercial y de comunicación de la estación, lo ha hecho desde la terminal de llegada, en la cota 1.960 m del sector de Les Airelles.

 

 

Se ha mostrado muy satisfecha no solamente de la instalación en sí misma, sino también del edificio de tres plantas que alberga la terminal de llegada. Es aquí donde tienen previsto ubicar nuevos servicios para los clientes, como taquillas, y también para el propio personal de la estación, como una sala de reuniones y un gran almacén. Lletché ha explicado que "la nueva instalación nos permitirá trabajar las 4 estaciones del año" o que "las nuevas cabinas permitirán reforzar la oferta de bicicletas en verano". Además, también ha añadido que el nuevo telecabina "nos permitirá ganar clientes que ahora ya podrán aparcar en el centro del pueblo".

 

 

 

Bastante concurrencia en el primer día, que además era de uso gratuito y no era necesaria la adquisición de forfait alguno. A pie de remonte hemos podido ver a algunos de los nuevos usuarios de la instalación.

 

Desde la llegada a Les Airelles hemos podido visualizar a los pasajeros que salían de las cabinas. De todas las edades y tipologías. No podían faltar familias al completo, parejas, solitarios y cómo no, algún perrito de compañía. Desde turistas que aprovechaban para dar una vuelta y subir a pasar la mañana en las Airelles, hasta practicantes de snowboard, esquí o bicicletas monoesquí. O los que yendo con niños pequeños únicamente tenían intención de tirar alguna bola de nieve.

 

(Foto: Ivan Sanz Tusell)
 

Entre las familias, nos hemos encontrado a Andreu de Barcelona, que acompañaba a esquiar a su hijo, la hija, y el novio de esta. Ha explicado que "nos ha gustado mucho, muy cómodo, todo muy bien" pero que, al llegar a las Airelles, les hubiera gustado ver más nieve.

 

También en la terminal de llegada hemos hablado con Claudia Durban, de Mont-Louis (Alt Conflent), que venía acompañado de su hijo y otros compañeros de trabajo. Se ha mostrado muy orgullosa de la nueva instalación y ha destacado que les había costado mucho hacerla en tan poco tiempo. En cuanto al trayecto, ha dicho que "muy bien, muy rápido, la panorámica fantástica. Y lo acabaron en el día que dijeron que lo acabarían. Ha sido duro para ellos. Y nosotros, hoy, lo hemos disfrutado", ha sentenciado.

 

(Foto: Ivan Sanz Tusell)
 

Compartiendo trayecto hemos podido hablar con Lluís Soria y Mireia Llopis, de Girona y Barcelona respectivamente. Lluís ha señalado, sobre la cabina, que "es ancha, cómoda, permite buenas panorámicas y, en comparación con otras, esta instalación es silenciosa". Mireia ha añadido que, teniendo presente que ella es muy miedosa con estas cosas, ha asegurado sentirse “muy segura, como refugiada. Me gusta mucho”.

 

 

En resumen, pues, satisfacción entre la clientela y también por parte de los directivos de Altiservice con el nuevo remonte, estos últimos ya pensando en las nuevas inversiones de cara al próximo verano.

 

Asi pues, Font-Romeu abre una nueva etapa como pueblo, reforzando y poniendo al día su condición de pie de pista cómodo y moderno para los esquiadores, mientras que la estación da un paso muy importante para seguir siendo un destino competitivo en los próximos 30 años.